Una operación de la Policía Civil de Río de Janeiro realizada en el barrio de Jacarezinho acabó provocando la muerte de 25 personas.
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Según fuentes de la corporación citadas por el portal G1, un agente falleció tras ser baleado en la cabeza, y a su vez la policía mató a 22 personas.
Para la oposición la operación policial es un «guiño» del gobernador Cláudio Castro al presidente Jair Bolsonaro para mostrar sus credenciales y recabar apoyo político.
Así lo dijo a la agencia Sputnik la diputada Renata Souza, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
«Es una forma de dar señales al presidente de la República de que tendrá un escudero fiel en el Gobierno de Río de Janeiro, es una señal de fidelidad a la necropolítica de Bolsonaro», afirmó Souza.
El gobernador de Río, del ultraconservador Partido Social Cristiano (PSC), accedió al cargo tras el juicio político su antecesor, Wilson Witzel, y busca ser candidato a la reelección en los comicios de 2022.
De acuerdo a la policía, la operación buscaba desarticular una banda de tráfico de drogas, y los fallecidos serían sospechosos de robo, asesinato y secuestro de trenes.
La operación, con intensos tiroteos, se desarrolló en los alrededores de la estación Triagem y dos pasajeros llegaron a ser baleados dentro de un vagón del metro, aunque sobrevivieron.
Otros dos agentes de la Policía Civil también resultaron heridos durante el tiroteo, según las primeras informaciones.
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