Desde el 1° de junio, ciudadanas y ciudadanos uruguayos podrán ingresar a China sin visa por estancias de hasta 30 días, una medida que apunta a fortalecer los lazos entre América del Sur y el gigante asiático.
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Uruguay fue incluido en una nueva política migratoria anunciada este jueves por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, que permitirá a turistas de cinco países suramericanos —Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay— ingresar sin necesidad de visa a territorio chino a partir del 1º de junio de 2025. La medida tendrá una vigencia de un año, hasta el 31 de mayo de 2026, y se enmarca en una estrategia de apertura e intercambio internacional impulsada por el gobierno de Xi Jinping.
La exención aplicará para viajes de hasta 30 días con fines de turismo, negocios, visitas familiares, tránsito o intercambios culturales, y busca “facilitar aún más los intercambios entre pueblos y fomentar la cooperación amistosa”, según declaró el vocero del ministerio chino, Lin Jian, durante una conferencia de prensa.
Esta decisión sitúa a Uruguay en una lista de países estratégicos para China en la región y se alinea con el espíritu del último foro China-CELAC, realizado en Beijing, donde el presidente chino anunció un paquete de inversiones de 10.000 millones de dólares destinados a América Latina y el Caribe. La política también equipara a estos países con naciones europeas y asiáticas que ya contaban con este tipo de flexibilidades migratorias.
Para Uruguay, la medida podría traducirse en nuevas oportunidades comerciales, académicas y culturales. En un contexto donde el país busca diversificar sus mercados y estrechar vínculos con Asia, esta puerta de entrada representa un potencial dinamizador para sectores como el turismo, las exportaciones y los intercambios universitarios.
La Cancillería uruguaya aún no se ha pronunciado oficialmente sobre la medida, pero se espera que en los próximos días se emita una comunicación sobre los procedimientos y recomendaciones para quienes deseen viajar bajo esta nueva modalidad.
China, por su parte, reafirma su intención de seguir promoviendo “una apertura de alto nivel”, con nuevas medidas que favorezcan la movilidad y el entendimiento entre pueblos. Lin Jian también hizo referencia a posibles acuerdos recíprocos, especialmente con Brasil, lo que podría abrir el camino a futuros entendimientos con el resto de los países incluidos, como Uruguay.
Esta política migratoria abre una ventana que, si bien temporal, podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre Uruguay y China, un vínculo que combina historia, comercio y cooperación en múltiples dimensiones.