El presidente de Brasil Luis Inácio Lula Da Silva, aterrizó este jueves en Uruguay para despedir al expresidente de la República José Mujica, cuyos restos están siendo velados en el Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento. El mandatario brasileño se encontraba en una cumbre en China, y debió suspender su agenda para emprender vuelo a Uruguay.
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Tras presentar sus respetos y saludad a la exvicepresidenta y viuda de Mujica Lucía Topolansky, Lula, habló en el salón de los pasos perdidos ante la prensa, donde brindó unas palabras para el pueblo uruguayo.


"No quería que Pepe fuese cremado y enterrado sin que pudiese despedirme", sostuvo. "Fueron 25 horas de vuelo hasta acá para presentar un homenaje a un político que no respeto solo por eso, es más que eso, era un ser humano muy especial para quien piensa en el pasado, en el presente y en el futuro", subrayó.
El mandatario brasileño añadió que "una persona como Pepe Mujica no muere"
“Su cuerpo, su carne se ha ido, pero las ideas que sembró durante todos estos años” permanecerán, sostuvo Lula, que recordó que, habiendo salido de la prisión, Mujica no tuvo odios. “Ese es un don de Dios que solo se concede a los seres humanos superiores, y Pepe Mujica es un ser humano superior”.
"He conocido a mucha gente en mi vida. Muchos políticos, mucha gente que me gusta, mucha gente que respeto. Pero Pepe era esa figura especial. Pepe era esa figura más cariñosa. Esa figura que aprendí a respetar, admirar y seguir cada paso que dio Pepe luego de asumir la presidencia de Uruguay”, reconoció.