El Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (Sipiav) del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) presentó este lunes las cifras correspondientes al año 2021. De acuerdo al informe, se registraron 7.035 situaciones de violencia hacia niñas, niños y adolescentes, una cifra superior al año 2020, que se trabajó en 4.911 casos.
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De las 7035 situaciones de violencia registradas, un 55% corresponde a víctimas niñas y adolescentes de sexo femenino y un 45% a varones. La mayoría de los casos, un 37%, se ubican en la franja etaria de 6 a 12 años.
Otro dato relevante que lanzó en informe refiere a los tipos de violencia constadas y tiene al «maltrato emocional» como el más frecuente, con un 37%. Le sigue la negligencia con un 24%, el abuso sexual con un 20%, el maltrato físico con un 17% y la explotación sexual con un 2%.
Con respecto a las personas que cometen los actos de violencia, el informe reveló que en la mayoría de los casos pertenecen al entorno familiar de niños, niñas y adolescentes: los principales agresores son los padres, con un 39 % y en segundo lugar se ubican las madres, con un 23%.
Un número «fuerte y alto»
La directora y coordinadora del Sipiav, María Elena Mizrahi, explicó en conferencia de prensa que «el conocimiento de más y nuevas situaciones de violencia en Uruguay han sido y es consecuencia de la presencia en el territorio de diversos dispositivos de detección, recepción y atención interinstitucional». No obstante, aseguró que las cifras presentadas, «dan cuenta de la necesidad de fortalecer los dispositivos de territorio».
«Tenemos 32 comités de recepción local y somos conscientes de que, si tuvieramos la cantidad de técnicos, tendriamos que avanzar en la creación de nuevos comités de recpicón local, sobre todo en las áreas de la ruralidad», añadió.
Con respecto al incremento en la detección de situaciones de violencia, comentó que 7.035 es un número «fuerte y alto», a la vez que aclaró que la cifra no corresponde a denuncias -que pueden ser más- sino a la cantidad de niñas,niños y adolescentes que el sistema «trabajó, detectó y atendió».
Por otro lado, Mizrahi asoció el aumento de los casos de violencia al «levantamiento paulatino de las medidas de emergencia sanitaria que implicaron el retorno de la presencialidad, fortaleciendo la capacidad de detección por parte de los operadores del sistema de respuesta».
«No podemos mirar para el costado»
El presidente de INAU, Pablo Abdala, opinó que la violencia hacía niñas, niños y adolescentes es «un problema real que tiende a profundizarse y agravarse» y que «no podemos mirar para el costado». Y añadió: «Tenemos que asumir que la vulneración de los derechos de los niños es una realidad con la que convivimos y no podemos soslayar».
A la vez, se refirió a la necesidad de «visibilizar» el problema, realizar acciones de sensibilización y «persuadir a los ciudadanos a entender que es un problema de todos».
Consultado por la prensa sobre los recortes presupuestales en el INAU que señaló el Frente Amplio, expresó: «No hay, todo lo contrario. El INAU recibió un 16% de incremento en terminos reales en el año 2020 y el año pasado se dispuso una partida de 50 millones de dólares para la atención de la primera infancia, que no son todos pata el INAU, pero si una parte importante».
Aseguró que en base a la mencionada asignación presupuestal se llevará a cabo un plan que implica la ampliación de 150 centros CAIF para el año 2020.
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