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DELITOS GRAVÍSIMOS

Chediak se pronunció contra la pena de muerte y reflexionó sobre lo ocurrido a Brissa

El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak, habló con la prensa sobre la pena en casos extremadamente graves, como fueron los asesinatos de Valentina y Brissa; se expresó contrario a la pena de muerte.

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Jorge Chediak, presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), dialogó con la prensa sobre los casos que generan conmoción social, como el de Valentina, la pequeña asesinada el día en que cumplía 9 años, o el de Brissa, cuyo cuerpo fue hallado hace pocas horas: «Son situaciones extraordinariamente delicadas y preocupantes», estaba diciendo Chediak en el momento en que una periodista le interrumpió para comunicarle que habían encontrado el cuerpo de Brissa. El magistrado continuó: «Son situaciones que generan alarma social -aunque ese no sea un concepto jurídico- por el alto contenido afectivo, pero no debe hacernos perder de vista la larga lucha que hemos tenido en Occidente para preservar algunos valores, como el de la vida», afirmó Chediak. Y agregó: «Uruguay tiene el orgullo de haber sido uno de los primeros países que eliminó, por ley en 1907, la pena de muerte, y por Constitución en la modificación de 1918. Incluso la eliminó hasta para los delitos por pena de guerra. Eso es una conquista del derecho humanitario liberal que debe ser irreversible: el Estado no le puede quitar la vida a nadie porque no le puede dar la vida a nadie. El valor ‘vida’ es intangible, incluso para sociedades laicas como la nuestra, la vida es absolutamente sagrada», indicó. Consultado sobre la cadena perpetua, el presidente de la SCJ explicó que «estaría violando el precepto constitucional que nos ordena rehabilitar a los delincuentes; qué sentido tendría hacerlo si nunca van a volver a reinsertase en la sociedad, qué conductas asumirían, a veces durante décadas si delinquen muy jóvenes, si saben que hasta el fallecimiento van a permanecer privados de libertad, qué estímulos podrian tener para tratar de cambiar», se preguntó. Para Chediak, 30 años de pena máxima es largo tiempo tras las rejas, pero aclaró que «se ha reimplementado medidas de seguridad eliminativas, así que, en la realidad, el tope máximo, son 30 años más 15. Cuarenta y cinco años es un plazo suficiente para rehabilitar a la mayoría. Por supuesto que hay casos que no pueden ser rehabilitados», opinó, y también dijo que los mecanismos de seguimiento electrónico (como las tobilleras) han demostrados ser eficaces y consideró que hay que seguir transitando ese camino. Por último, Chediak reflexionó sobre el hallazgo del cuerpo de Brissa: «Damos nuestras condolencias a los familiares, compartimos el dolor. El Poder Judicial aspiraría a poder solucionar, una vez que han acaecido todos estos hechos. No lo puede hacer porque es materialmente imposible, porque somos simplemente humanos. Pero aspiraríamos a activar la mayor cantidad de mecanismos de prevención de estas situaciones». «La Corte, los jueces, el Poder Judicial somos fervientes partidarios de la prevención penal, de utilizar todos los mecanismos para que, cuando se detectan situaciones que pongan en peligro a quienes tienen menos poder -sean niños o ancianos-, utilizar todo lo necesario para la prevención de estas situaciones, independientemente del costo y lo complicado de instrumentar que sea», expresó. Pero esos mecanismos «nunca van a ser suficientes». «No hay sistema penal ni judicial ni fiscal ni policial que pueda prevenir o sancionar el cien por ciento de los casos, pero nos queda un largo camino para mejorar. Estamos todos con la preocupación de seguir hacia un mejor servicio». Sobre el caso de Brissa dijo que no podía hacer declaraciones, pero apostó por «esta nueva modalidad procesal penal que tenemos desde el 1º de noviembre (por el CPP) es más transparente y va a permitir que, quienes nos representan a todos como ciudadanos, que son ustedes que trabajan en medios de comunicación, tener un acceso a la información mucho mayor que el que tenían hasta el 31 de octubre», concluyó.

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