Fines de 2001, crisis y represión en una Argentina que se desangraba. Claudio «Pocho» Lepratti trabajaba en el comedor de una escuela en el barrio Las Flores, en Rosario.
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El 19 de diciembre llegaron algunos policías al merendero y comenzaron a disparar. Pocho se subió al techo a gritar: «Bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo» y una bala le atravesó la tráquea. El arma era de Esteban Velásquez.
De los 14 años de prisión que le dieron Velásquez no cumplió muchos, y años después se convirtió en militante del partido de derecha, PRO. Era referente del partido en Arroyo Seco.
Hoy, con motivo de los 18 años del asesinato de Pocho Lepratti, en Rosario se hará una marcha para honrar su memoria.