Hace unos días, el integrante del directorio de Ancap en representación del Partido Nacional, Richard Charamelo, dijo que el último aumento a los precios de los combustibles que había sufrido el bolsillo de los consumidores había estado “al límite” y que el gobierno “absorbió esa pérdida para no trasladarsela a los uruguayos”.
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“Estamos en una situación difícil porque el precio del petróleo viene subiendo y sin dudas que el informe de Ancap no es el ideal y no apunta a bajar combustibles pero es el gobierno el que decidirá”,
“Ancap no tiene espaldas para absorber por encima de los costos que le ingresan. Ya estamos en la linea de equilibrio y si se sigue disparando va a depender de una voluntad del Ejecutivo para compensar o sino directamente tendremos que subir los combustibles cuando llegue el momento”, añadió el jerarca.
“Si el Ejecutivo, incluso decide no aumentar, que puede ser una de las opciones, seguramente, las perdidas no sean cuantiosas porque estamos con los ahorros y es muy poco dinero”, remató.
Este martes La Diaria publicó una nota con el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, quien habló de una empresa totalmente distinta a la descrita por Charamelo. “Desde el punto netamente económico las ganancias por las ventas de energía de UTE a Brasil dan para mantener los precios por varios meses», aseguró el presidente de la petrolera estatal.
Stipanicic dijo que esto se explica por las ganancias por las ventas de energía a Brasil, un país que atraviesa una larga sequía.
El jerarca aseguró que la empresa tiene «más de 200 millones de dólares en caja». En un año se facturaron más de 300 millones solo por Brasil», sentenció.
El Frente Amplio ha criticado la decisión de no subir los precios de los combustibles hasta después de que se realice el referéndum contra los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración, lo que la fuerza de izquierda ve como una movida netamente política.