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El presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, puso en duda la necesidad de su país de mantener relaciones diplomáticas con Cuba. En una entrevista con el diario local Correio Braziliense el mandatario electo sugirió la posibilidad de romper las relaciones con la isla. Sería una vez que asuma el gobierno el próximo 1° de enero.
Brasil, al igual que el resto de los países de América, excepto México y Canadá, rompió relaciones con el gobierno cubano en 1962. Lo hicieron impulsados por Estados Unidos que procuró ahogar a la joven revolución. Hoy en día todos los países del continente, incluyendo a Estados Unidos mantienen relaciones con La Habana.
Tras cuestionar el programa Mais Medicos, por el que Cuba envía profesionales a Brasil para cubrir el déficit de médicos locales, Bolsonaro se preguntó: «Respetuosamente, ¿que negocio podemos hacer con Cuba?». Y de inmediato se despachó contra la política de solidaridad internacional que impulsa el gobierno de La Habana. «Los que vienen de otros países cobran su salario integro. Pero los cubanos ganan solo el 25 por ciento de su salario. El resto va para alimentar a la dictadura cubana», sentenció.
Respecto a Venezuela saludó la decisión del presidente Michel Temer de distanciarse del gobierno de Nicolás Maduro. «Nuestro embajador está aquí, la embajada ha sido desactivada, no tenemos más contacto», señaló.
