Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME

Bordaberry vigilante: Los duelos verbales entre los mármoles

En tanto visiones de clase que conviven, se discute entre mármoles y fieltros la legitimidad de los movimientos sociales y sindicales, que siempre han recibido el cuestionamiento de los partidos fundacionales y de cierta visión influida por la partidocracia uruguaya, que antes de tomar posición con respecto a ciertos planteos, mira con lupa la filiación de sus dirigentes. Han llegado incluso a dudar de la representatividad de dichas organizaciones quienes no han obtenido más de un voto para ser legislador.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

Por Ricardo Pose   Para la mentalidad reaccionaria, es en los partidos políticos donde reside la soberanía de la gestión institucional, el ejercicio del gobierno y el arte de la política. Los asuntos laborales no necesitan más que el buen criterio de una patronal con actitud colaboracionista de sus trabajadores para la resolución de las contradicciones; y los asuntos de la actividad económica de la sociedad se resuelven a través de las cámaras empresariales, las comisiones de fomento, el Rotary o los clubes de damas de beneficencia. Los orientales humildes, los ciudadanos sin mayor fortuna ni suerte en su vida, han recibido de los partidos políticos, mediante sus gestores locales, sus políticas de clientelismo, la devolución en favores, sea empleo público o privado, o materiales de construcción o pensiones. Por eso no podían comprender (salvo el lúcido José Batlle) la actividad de los partidos políticos de izquierda en la organización de los trabajadores y los sectores más vulnerables de la población, y a pesar de las explícitas intenciones de arrebatar el poder, ellos, los reaccionarios, aggiornados por las ciencias sociales, decidieron sumarse tarde a esta actividad social tan extravagante, entre otras cosas, para que no se aparten del sistema y sus reglas de juego, para convencer a los chanchos de votar a Cattivelli.   Sin termómetro ni compulsa Algunas organizaciones primarias -sobre todo las que tienen que ver con la defensa del medioambiente y cuanto bicho ande necesitando refugio- han logrado impulsar o desarrollar alguna campaña de solidaridad con las víctimas de catástrofes naturales, en una actividad que han denominado la derecha social. Tratando de emular la síntesis histórica del Frente Amplio, de que las demandas sociales se trasformen en organización política y movilización, creyeron encontrar en los autoconvocados la oportunidad. ¿Por qué les falló el Partido de la Concertación? Porque la ultraizquierda les acaparó la movilización por temas ambientales y animalistas; porque han generado organizaciones sindicales paralelas sin peso alguno; porque la enorme mayoría de los autoconvocados ha retirado su confianza a la Federación Rural y la Asociación Rural. Su falta de capacidad de análisis los ha llevado a creer que encontrarían en ese revoltijo de intereses, autodenominado Un Solo Uruguay, el formato social que necesitaban, pero, en términos camperos, confundieron el hervor de la leche con la ubre. Y en su cuenta de bolichero, los votos que podían pretender allí ya los tenían de siempre.   El mal de sambito de la partidización Desde que han acusado de comunista a todo trabajador que ha planteado alguna reivindicación, han hecho de la muletilla de la partidización y de la filiación política de los dirigentes sindicales el arma con la cual defender su noción de la democracia. No entienden cómo de pronto estos agitadores logran lavar los cerebros y los estados de conciencia desde los peones rurales, casi integrantes de la familia hacendada en hora de crisis, hasta las trabajadoras de un supermercado. Sabiendo que la oposición no votaría la venia para los directores sociales de ASSE, la presidenta del Movimiento Nacional de Usuarios de Salud Pública y Privada, Ivonne Lima, solicitó entrevista con la Comisión de Asuntos Administrativos del Senado. Para sorpresa de la delegación y de la mayoría de los miembros de la comisión, rompiendo el tradicional estilo diplomático de funcionamiento, el senador Pedro Bordaberry hizo gala de su habilidad como jurista para denunciar la filiación política de la invitada. Dirá Bordaberry en su primera intervención: “Nosotros hacemos dos tipos de objeciones. La primera es una objeción de fondo. No soy maestro y no domino mucho el idioma español, pero estoy seguro de que la Señora Lima, como representante de Casa Grande -así figura en la página web de esa institución- debe entender de política como entiendo yo. De eso no tengo dudas. El corporativismo político -creí que la señora Lima dominaba el tema político al figurar como integrante de Casa Grande en la página web del Frente Amplio- es un cuerpo que se representa. Si hacemos una encuesta en cuanto a la representatividad del Movimiento Nacional de Usuarios, debe haber uruguayos que digan que los representan, pero muchos otros que no”. Cuestiona el emblemático leguleyo la representatividad de un movimiento organizado y que hace uso del ejercicio democrático, con una participación de 10.000 usuarios en asambleas, de un total de 1.257.000 usuarios y que, por tanto, debe tener voz pero no voto. Responderá Lima: “No me parece leal lo que el senador ha puesto arriba de la mesa. No he venido con representación política ninguna, vine con una representación social como presidenta del Movimiento Nacional de usuarios de la Salud Pública y Privada, y no somos una corporación, no vamos a defender sólo los intereses de nuestros socios. Yo no voy a hablar acá de la corporación de los hacendados o cosas por el estilo. El senador Bordaberry investigó sobre mi vida y yo acá no vengo a que se me vote venia ninguna, represento un movimiento de usuarios… y además pregunto: cuando habla de la falta de representatividad de nuestra organización, ¿el señor con cuántos votos está en el Senado? ¿65.000? ¿Cuántos afiliados tiene la organización de su partido? No pongamos arriba de la mesa cosas que no tienen nada que ver con nada”. No queremos aburrir al lector con la transcripción de la versión taquigráfica, que la pueden encontrar en la página del Parlamento, pero nos pareció oportuno que estas discusiones, casi filosóficas -de verdaderas confrontaciones en la visión de cómo debe organizarse una sociedad para ser más democrática, cuando a cualquier cosa levantisca se le adjudica representatividad-, no quedaran encerradas entre mármoles. Porque es bueno ir anotando que en estas horas, en las que se cuestiona la eficacia y necesidad del régimen parlamentario, allí, a pesar del nivel de algunos legisladores, se siguen librando batallas en el plano de las ideas y de las concepciones políticas y religiosas. Es una suerte de resumidero filosófico, aunque a veces lo hagan parecer que oficia de tablado.  

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO