El embajador uruguayo en Emiratos Árabes Unidos, Álvaro Ceriani, declaró este martes como imputado ante el fiscal Alejandro Machado, que investiga si existieron irregularidades en la entrega de un pasaporte para el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, mientras estaba preso en Dubái.
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También declaró este martes Karina Antenor, la instructora sumariante de la investigación administrativa realizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Antenor, que declaró en calidad de testigo, fue consultada sobre las conclusiones de la investigación interna en la cancillería que determinó que el procedimiento había sido ajustado a derecho, pero también reveló que muchos de los funcionarios de la cartera estaban al tanto de quién era Marset.
Las citaciones continuarán este miércoles con otros funcionarios diplomáticos vía Zoom que estuvieron vinculados a la entrega de la documentación a Marset, con la que pudo ser liberado y desde ese entonces permanece prófugo. Con respecto a las autoridades políticas citadas, se dispuso que el lunes 30 de octubre declare el subsecretario de Interior, Guillermo Maciel, y el martes 31 lo hará el ministro Luis Alberto Heber. El miércoles 1° de noviembre declarará la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, y el viernes 3 de ese mes lo hará el canciller Francisco Bustillo. Todas las declaraciones se harán a las 11.00 horas.
En marzo de 2022 comenzó a resonar el nombre Sebastián Marset, no solo en el ámbito policial, sino en la política tras la polémica generada por la entrega de su pasaporte con el que pudo salir de la cárcel en Dubái, donde fue detenido por intentar entrar con documentación paraguaya falsa.
Marset continúa siendo el narcotraficante de nacionalidad uruguaya más buscado en la región, por ser señalado, a sus 32 años, como el líder de una organización criminal que se dedica al tráfico de toneladas de droga.
El pasado 29 de julio la Policía de Bolivia desplegó un megaoperativo con el objetivo de capturar a Marset, quien en ese entonces estaría viviendo en Santa Cruz de la Sierra.
Ese sábado hubo unos 2.200 policías bolivianos trabajando en el procedimiento policial que tenía como finalidad allanar la lujosa mansión en donde el narcotraficante residía junto a su esposa y sus tres hijos pequeños. Sin embargo, Marset logró huir antes de ser capturado.