El semanario satírico francés Charlie Hebdo reivindica su supervivencia frente al fanatismo religioso en un número especial por el primer aniversario del atentado yihadista contra su redacción cometido el 7 de enero de 2015. El título de portada de la revista, que sale a la venta esta semana, es «Un año después, el asesino sigue corriendo», sobre la caricatura de un dios que va a la carrera con las manos manchadas de sangre y con un kalachnikov a la espalda. En su editorial, el director Laurent Sourisseau, conocido como «Riss» y uno de los supervivientes del ataque terrorista, señala que en la historia de Charlie Hebdo desde su reaparición en 1992 «la muerte siempre ha formado parte del periódico», en primer lugar porque estaba amenazado de desaparición por razones económicas.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Riss denuncia que desde que publicaron las famosas caricaturas del profeta Mahoma en 2006, «muchos esperaban que nos mataran», y en ese grupo incluye a «fanáticos embrutecidos por el Corán», pero también de otras religiones que «nos deseaban el infierno en el que creen por habernos atrevido a reírnos de la religión». El director recuerda que en 2011 sufrieron un primer atentado, cuando fueron incendiados sus locales en un momento en que estaban vacíos, lo que llevó a la policía a darles protección. Una protección que el mismo Riss reconoce que consideraba que no hacía falta un mes antes del ataque de enero de 2015: «las historias de las caricaturas era pasado. Pero la religión desconoce el tiempo. No cuenta en años o en siglos porque sólo cuenta la Eternidad». «Un creyente -razona-, sobre todo fanático, no olvida nunca la afrenta a su fe porque tiene por detrás y por delante la Eternidad. Es lo que habíamos olvidado en ‘Charlie’. La Eternidad nos cayó como un rayo ese miércoles 7 de enero». Riss justifica la continuidad de la publicación después del atentado y asegura que «nunca hemos tenido -añade- tantas ganas de romper la cara a los que han soñado con nuestra desaparición. No serán unos encapuchados los que van a echar por tierra el trabajo de nuestras vidas y todos los momentos formidables que vivimos con los que murieron. No serán ellos los que verán palmar a ‘Charlie’. Es ‘Charlie’ el que los verá palmar». Su conclusión es que «las convicciones de los ateos y de los laicos pueden mover todavía más montañas que la fe de los creyentes». Su número especial de esta semana sacará a la venta cerca de un millón de ejemplares con 32 páginas, en lugar de las 16 habituales, con ilustraciones de los dibujantes asesinados el 7 de enero pasado pero también de los actuales, así como mensajes de apoyo de personalidades.