En las últimas semanas, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (Asse) demostró a través de dos encuestas de opinión pública que las personas valoran positivamente la reforma de salud, en general, y los avances de Asse, en particular. Según la empresa Cifra, el 57% considera que el sistema de salud mejoró en los últimos diez años; en tanto, el 56% afirma que la atención de ASSE mejoró en ese período y el 67% está de acuerdo con la gestión de la actual dirección del organismo.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Estas encuestas realizadas por una conocida empresa de opinión pública cayó como un balde de agua fría sobre una oposición que aún pretende hacer con la investigadora de Asse lo mismo que con Ancap. A todas luces la maniobra no les resultó. La gente valora que la salud en general ha avanzado y que los avances en salud pública han sido innegables.
No obstante eso, la oposición ha arremetido nuevamente, acompañados por los mismos medios de siempre, contra la gestión de Asse y en particular contra su presidenta, Susana Muñiz, buscando contradicciones entre el Gerente General Richard Millán y el Directorio.
En la última comparecencia del Gerente de Asse ante la Comisión Investigadora el diputado Martin Lema (Partido Nacional) le leyó a Millán un extracto de un artículo de prensa -sacado de contexto- y le preguntó si en su opinión era correcta o incorrecta la afirmación. Lema hacía referencia a una expresión de la Presidenta del Directorio, tergiversada, buscando enfrentar la opiniones del Gerente General de ASSE con su Presidenta.
Esta forma entre traviesa y mezquina de buscar contradicciones donde no las hay demuestra que la oposición está dispuesta cualquier cosa en aras de debilitar al gobierno.
En la nota en cuestión Muñiz sostuvo que en Rivera se utilizaban los recursos del hospital y se había recurrido a la contratación de recursos humanos en las áreas en las que había escasez y puso como ejemplo a los cirujanos y a los anestesistas. Los ejemplos de Muñiz tenían el propósito de ilustrar la situación y no se trataba de una lista taxativa. Al sacar de contexto las expresiones de Muñiz se la hace afirmar algo que no es correcto -que en el Hospital de Rivera sólo se habían contratado cirujanos y anestesistas- y que el Gerente admitió con facilidad. Es decir, como no había diferencias, se las inventó.
Posteriormente siguieron con la maniobra interrogando al Gerente General Millán sobre si se habían solicitado recursos humanos para cubrir los distintos servicios del hospital. Previamente en su comparecencia la Presidenta había señalado con detalle los números de expedientes que había generado la Dirección del Hospital de Rivera a cargo del doctor Andrés Toriani gestionando diversos recursos humanos y vacantes.
Nuevamente se buscó en forma infundada una contradicción. Se le preguntó al Gerente si a él se le habían solicitado vacantes respondiendo que a él, en lo personal, no. Esto no significa que las necesidades de recursos humanos no hayan existido, que los procedimientos de solicitud y gestión de vacantes no hayan existido. Varios llamados para cubrir cargos por concurso en este y otros hospitales avalan la necesidad de los mismos. El proceso descentralizador que lleva adelante Asse desde hace algún tiempo significa un sinnúmero de llamados a aspirantes para cubrir distintas vacantes y se realizan en el marco de los propios hospitales.
Quizás sea ese el elemento distorsionante para la oposición que cuando gobernaba el mecanismo de llamado a cubrir vacantes por concurso era más bien una excepción.
Es así que los titulares que ocuparon esta semana la prensa oportunista es que el Gerente había contradicho a la Presidenta de ASSE generando de esa forma la idea de problemas en un colectivo que ha sido sólido en sus respuestas en la Comisión Investigadora a pesar de las constantes zancadillas.
Esto demuestra una y otra vez la falta de argumentos de una oposición sin ideas ni argumentos y una Comisión Investigadora que más se parece a un circo que a un Parlamento objetivo y con metodología.