El viernes 6 de mayo, una pareja joven (él 27 y ella 25 años) fue asesinada cuando salían de su casa en Colonia Nicolich. Les dispararon varias veces desde dos vehículos y sus hijos de 10, 6 y 3 años vieron como masacraban a sus padres.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Las víctimas no tenían antecedentes penales; pero Heber ya se encargó de ensuciarlas para que nadie lamente mucho lo sucedido. “No era una familia que progresó por sí sola. Apareció ahí hace tres meses, construyó una casa muy grande, se cercó y de alguna manera había datos de que había vinculación con el narcotráfico. Es eso lo que podemos informar hasta ahora, no podemos avanzar más. Dejemos que en las investigaciones siga actuando la fiscal o el fiscal, que es en definitiva quien conduce las mismas”.
La idea que se instala es: “Ah, bueno; eran narcos. Está bien, entonces”. El tema es que ni siquiera parece seguro de ello; y si estaba seguro, ¿por qué no procedió contra la pareja? Es más, ni siquiera sabe si el caso lo lleva un o una fiscal; señal de que no tiene idea sobre este asunto.
Sería interesante saber si el presidente continúa pensando igual que cuando estaba en campaña electoral; porque tal como ha recordado Gustavo Leal, cuando Lacalle Pou era senador habló en la cámara contra el ministro Bonomi y expresó: “Sobre las causas de los aumentos de homicidios, para el ministro hay ciudadanos clase 'A' y clase 'B'. Si caes en la muerte por ajuste de cuentas, no contás. No hay una familia, no hay un ser humano, no hay una acción que importe. Cuando se le terminan los ajustes de cuenta los tira para la banda de narcotráfico. ¿Banda de narcotráfico? Que un ministro del Interior use como argumento de la violencia la banda de narcotráfico cuando es su responsabilidad que abunde el narcotráfico, por supuesto que ahí me generan otras suspicacias”.
El espanto y el dolor traumático de esas criaturas tendrían que haber sido la noticia de la primera semana de mayo; pero no. En este Uruguay cada vez más cholulo y argentinizado, la gran noticia fue la separación de Luis y Loly.
Por ahí me preguntaron qué opinaba sobre ese problema que conmociona al país. Mi respuesta es simple: ante el problema personal del presidente con su esposa; por favor, compas, respeto. Las diferencias políticas por un lado y cosas así por otro. Una ruptura siempre es dolorosa, para la pareja y para los hijos. Respetemos su intimidad y sigamos combatiendo su ideología neoliberal y perversa. Por lo demás, y si resulta lo mejor para la familia, ojalá se solucione.
Hay quienes piensan que puede ser una maniobra ‘duran-barbista’, basada en un libreto de telenovela, para que la posterior reconciliación redunde en mayor cercanía de la gente con el líder supremo. Puede parecer descabellado; pero no es maledicencia, porque la verdad es que Luis Lacalle Pou ha protagonizado tantos hechos de demagogia y marketing político barato que, por lo menos, da derecho a esas personas a sospechar.
Por otra parte, no le pidamos al ministro del Interior que resuelva el caso citado al comienzo. Sería injusto, ya que tiene a la Policía sumamente ocupada persiguiendo a los terroristas de izquierda que andan pintando muros y reclamando verdad y justicia.
A mediados de abril un grupo de frenteamplistas realizaba una pintada en un muro de la calle Buenos Aires cuando llegó un patrullero para tomarles los datos, luego de lo cual fueron citados por la Fiscalía y ahora están acusados de vandalismo. Vandalismo por un pinche muro en el cual hace años se escriben mensajes políticos y comerciales.
Para Lacalle Pou son criminales. Sin embargo, no ha tenido reparos con el nombramiento del exmilitar Héctor Núñez Da Rosa como nuevo director de INAU Salto, pese a que fue dado de baja del Ejército tras ser procesado sin prisión por homicidio culposo en 2009. Como no podía ser de otra manera, su nombramiento fue propuesto por Cabildo Abierto.
Las acciones de Da Rosa y otros dos instructores provocaron la muerte del alférez Carlos Olivera en una piscina, por obligarlo a él y a otros a llegar al límite de la resistencia bajo el agua en la piscina de la Escuela Militar de Toledo.
Al ser consultado por Caras y Caretas sobre las críticas que provocó su nombramiento, expresó cosas como éstas: “La gente es muy mala… si aprendieran a juzgar después de conocer y preocuparse realmente por ellos y no por los demás, serían mucho más felices”. El caso “está cerrado, olvidado de mi parte, pero a mucha gente le sirve para hacer daño no solo a mí, sino también a la familia del fallecido; es una falta total de respeto”. “Esas personas solo por envidia y maldad interna salen a criticar”.
A ver si se entiende... Los que ahogaron a ese muchacho fueron ellos; pero los malos somos nosotros.
De todas formas, esto no debería provocar asombro, considerando que el mismísimo jefe del Servicio de Seguridad Presidencial, Alejando Andrés Astesiano Severgnini, habría sido procesado por estafa en el año 2002 y tiene no menos de 30 anotaciones por delitos de estafa, hurto y apropiación indebida, habiendo dado buen trabajo a innumerables reparticiones policiales que lo investigaban.
Y el circo continúa. Graciela Bianchi exige a Danilo Astori que renuncie a su banca en el Senado debido a sus faltas por problemas de salud; pero consultada sobre las faltas del senador Juan Sartori, dice que sería una atrevida si pidiera su renuncia.
Me pregunto si ella no tendría que renunciar por insanía mental.
En abril reincidió en publicar una noticia falsa en Twitter. Efectivamente, la senadora lacallista publicó una imagen de Luis Lacalle Pou con la leyenda “Según la ONU, es el mejor presidente de Latinoamérica y el quinto del mundo”. “¡Dame una urna que lo vuelvo a votar!!!”. Bianchi remató la falacia agregando: “Ahora sí retomamos el camino que Uruguay nunca debió abandonar”.
El punto es que esta noticia surgió en diciembre del año pasado y es totalmente falsa, un delirio absoluto. En 2020 también se publicó algo similar, donde Lacalle era considerado el mejor presidente de Latinoamérica. De acuerdo a autoridades de la misma ONU, esta no hace un ranking de presidentes ni hace reconocimientos de esa clase a ninguno.
Sin embargo, Bianchi no tiene límites en su capacidad para hacer el ridículo.
Mientras tanto, los abusos policiales continúan; pero, por lo menos, de vez en cuando la Justicia pone un freno. A fines de abril fue imputado un policía de San Carlos por dos delitos de lesiones personales agravadas en reiteración real con un delito de abuso de funciones.
El hecho ocurrió el 20 de febrero, cuando para intentar disolver una aglomeración el policía realizó disparos con una escopeta con munición menos que letal y amenazó a varias personas con su arma. Afortunadamente, el hecho fue filmado, algo que no les gusta nada a los malos policías. Uno de los disparos impactó a una mujer que estaba con sus amigos de espaldas a lo que acontecía.
Habría que avisarle a Heber, que niega tales abusos.
Uruguay continúa en caída libre en todos los aspectos; pero buena parte de su población parece ajena a su propia crisis y está más atenta a lo que les hacen creer que es lo importante: que Luis continúe presentándose en Twitter como “casado con Lorena Ponce De León” y Loly haya quitado de su cuenta, el 9 de mayo, el inexistente cargo de primera dama; pero que horas después se arrepintió y lo volvió a poner, lo que da una esperanza de que la telenovela tenga un final feliz gracias a nuestras plegarias a la virgen santísima.
Más allá de tales delirios, los crímenes, la corrupción y la miseria aumentan día a día. Lo que tendría que preocuparnos e indignarnos es que a un estafador se le haya condenado a cinco años de penitenciaría por estafar a una pareja, sacándoles 30.000 pesos y 1.300 dólares y otros 30.000 a una mujer, mientras que, a un degenerado de Paysandú, condenado por abuso sexual de una niña de 4 años de su propia familia, se le condenó a dos años de cárcel. No me duele lo primero, sino lo segundo, porque deja bien claro que para el Uruguay vale más el dinero que la salud y la felicidad de una niña.
Por otra parte, no puedo dejar de mencionar otro hecho que causa tanto asombro como indignación. El 29 de abril un cantinero fue asesinado durante una rapiña en Lezica. La investigación llevó a que dos adolescentes fueran detenidos; pero pese a que se les incautaron dinero de procedencia no justificada, dos revólveres (entre ellos el arma homicida), una picana eléctrica y seis celulares (incluido el de la víctima), el fiscal solo pidió una condena por porte ilegal de armas porque, según afirmó, no halló elementos suficientes para vincularlos al homicidio.
Y mientras otra víctima que fue herida en el lugar continúa internada, este asunto ya fue olvidado, porque de lo que hay que estar pendientes es de si hay o no reconciliación palaciega.
Pobre país mi país.