Al menos mil presos palestinos comenzaron este lunes una huelga de hambre. Reclaman la restitución de algunos derechos que les fueron retirados en los últimos años -como la limitación de las visitas-, el fin de la aplicación de la prisión preventiva -mediante la cual pueden encerrarlos sin juicio previo- y que no se aplique más el aislamiento como forma de castigo, señaló El Mundo. La campaña fue convocada por Marwan Barghouti, un líder del partido nacionalista Fatah que se encuentra cumpliendo cadena perpetua. Barghouti encabezó la Segunda Intifada y a pesar de estar recluido desde 2002, es una figura clave para la política palestina. En una columna de Barghouti publicada en el New York Times, acusa a Israel de perpetrar un sistema “inhumano de ocupación colonial y militar” que busca “romper el espíritu de los prisioneros y de la nación a la que pertenecen, infligiendo sufrimiento a sus cuerpos, separándolos de sus familias y comunidades, utilizando medidas humillantes para obligar al sometimiento . A pesar de tal tratamiento, no nos rendiremos a él”. “Tenía tan solo 15 años cuando fui encarcelado por primera vez. Apenas tenía 18 cuando un interrogador israelí me forzó a a extender mis piernas mientras yo estaba desnudo en la sala de interrogatorio, antes de golpear mis genitales. Me desmayé del dolor, y la caída resultante dejó una cicatriz eterna en mi frente. El interrogador se burló de mí después, diciendo que yo nunca procrearía porque la gente como yo sólo dan a luz a terroristas y asesinos”, agrega. En su misiva también reclama que las cárceles hayan sido ubicadas en territorio israelí, denuncia torturas y tratamiento degradante, negligencia médica y el establecimiento de un “apartheid judicial” por parte de Israel.
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