También una intensa campaña de uso responsable de los fuegos artificiales e incorporan material biodegradable y responsable con el medio ambiente.
En ese sentido, Gustavo Prato, presidente de CUFA, aclaró que la idea es contar con opciones de productos que tengan poco ruido “para que, en un país libre, con democracia plena, sea el consumidor quien elija qué productos usar y sean ellos quienes segmenten el mercado”, expresó.
Criticó algunas legislaciones departamentales que hablan de pirotecnia sonora y no sonora, sin contemplar los decibeles. Eso, para Prato, es como legislar límites de velocidad sin usar la variable de kilómetros por hora.
El etiquetado con el que cuentan, y que pocos países lo tienen, consiste en tres colores: el verde que sería de bajo impacto sonoro y que va hasta 80 decibeles, el amarillo de ruido intermedio que es hasta 110 decibeles, y el rojo que va de 110 a 120 decibeles. En cuanto a los de 125 y 130 decibeles, Prato explicó que se dejaron de importar con el objetivo de acompañar y contemplar a una parte de la sociedad.
En cuanto a la línea de fuegos artificiales de bajo impacto sonoro, Prato explica que a pesar de lo que se puede creer, es muy difícil conseguirla en China, el país desde donde la importan.