Este lunes fueron liberados 30 de los 31 detenidos en tras la manifestación que tuvo lugar en Buenos Aires en reclamo por la aparición de Santiago Maldonado, el joven desaparecido en Chubut tras la represión de una manifestación a cargo de la Gendarmería.
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«¿Creen que ‘La noche de los lápices’ es sólo película?. Nos dijeron si queríamos ser el próximo Santiago Maldonado
El pasado viernes varios puntos de Argentina como Mendoza, Posada, Corrientes se unieron a la capital en la movilización masiva por Maldonado. En Buenos Aires se desataron disturbios una hora y media después de que terminara la manifestación. Estos se saldaron con 23 heridos y 31 detenidos, entre ellos varios periodistas.
No es bueno mirar para otro lado cuando en tu país suceden estas cosas. Dónde esta Santiago Maldonado? pic.twitter.com/bQAyuR55tg
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 3 de septiembre de 2017
Sin embargo, los detenidos y sus abogados denuncian varias incongruencias en el operativo policial, pues muchos de ellos tienen pruebas de que no estaban en los disturbios cuando la policía de la Ciudad los detuvo. Se difundió un video en el que se ve la detención de un turista venezolano a cargo de las fuerzas policiales.
En su cacería, la Policía detuvo a un turista venezolano. «Yo ni siquiera soy de aquí, no estuve en la manifestación». Parece Caracas, ¿no? pic.twitter.com/8Zox9nEeVa
— Juan Amorín (@juan_amorin) 2 de septiembre de 2017
Varios casos fueron reseñados por Página 12, como el del docente José Morales, en cuya acta de detención figura que fue apresado cuando estaba arrojando botellas y piedras frente a la Casa Rosada “y quemando carros de basura”. Sin embargo, Morales tiene el ticket de una pizzería a la que fue a comer tras finalizar la marcha, situada a siete cuadras del lugar donde la policía sostiene que lo detuvo. Como él son varias las personas que según las autoridades fueron detenidas en la Plaza de Mayo por actos violentos, pero que tienen pruebas como filmaciones, que los sitúan en otros puntos de la ciudad a la hora en la que tuvieron lugar los disturbios. En este sentido, los defensores denuncian que las detenciones formaron parte de un armado a cargo de las autoridades bonaerenses. Según la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), los causantes de la movilización fueron infiltrados con el fin de crear un clima de violencia y represión asociado a la movilización popular con el fin de generar miedo en la población. Liberación Durante el pasado domingo tuvieron lugar los interrogatorios de los detenidos y este lunes el juez federal Marcelo Marinez Di Giorgi dispuso la libertad de todos. “Escuché las indagatorias, y puedo decir que ninguno tuvo que ver con los incidentes. Hubo 31 personas que la policía se llevó arbitrariamente, sólo para que algunos diarios tuvieran el sábado una tapa centrada en los disturbios y no en el reclamo masivo por la aparición de Maldonado”, declaró la abogada de uno de los detenidos. El periodista Juan Pablo Mourenza ha denunciado amenazas a cargo de los agentes que lo detuvieron. «¿Creen que ‘La noche de los lápices’ es sólo película?. Nos dijeron si queríamos ser el próximo Santiago Maldonado». “Hemos escuchado cosas aberrantes. Nos llevaron a un destacamento de la Comuna 15. Rescaté uno de los teléfonos, pero cuando fui a recuperar mis efectos personales, la tarjeta de memoria ya no estaba», añadió. Como él fueron detenidos Ezequiel Hugo Medone, de la Red Nacional de Medios Alternativos, y el fotógrafo Hugo Lara de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra) Argra emitió un comunicado en el que denunció que «luego de la desconcentración del grueso de los asistentes, el accionar de un par de minúsculos grupos fue tolerado y luego reprimido por fuerzas policiales, que en lugar de perseguir a los que protagonizaron el accionar violento se centraron en golpear, perseguir y detener a trabajadores de prensa que cubrían el suceso, y a transeúntes que tuvieron la poca fortuna de estar cerca de los hechos, o lejos de ellos pero cerca de la policía. De resultas de la represión resultaron con lesiones de distinta índole por lo menos una docena de cronistas, fotógrafos y camarógrafos que cumplían su trabajo, la mayoría por el uso abusivo e inmotivado de gas pimienta».