En las últimas semanas se habla de una crisis de frontera en especial en el litoral por las diferencias cambiarias con Argentina, pero los departamentos limítrofes con Brasil no escapan a esta realidad. Se vienen planteando y reclamando medidas desde hace tiempo, pero ahora ya estamos frente a una urgencia que requiere de una intervención y una búsqueda de recomposición de la realidad. Fue alarmante y una muestra de esto es la publicación que realizó en INE de los últimos indicadores del mercado de trabajo, donde existe una suba del desempleo muy por encima del promedio nacional en los departamentos de frontera.
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Algunos datos que se han destacado, en particular planteados por el intendente de Salto, Andrés Lima, son los de la acumulación de más de 9.000 personas desempleadas, unos 170.000 comercios pequeños cerrados y más de 2.000 personas que dejaron Uruguay para radicarse principalmente en la provincia argentina de Entre Ríos, aprovechando el menor costo de vida. El empobrecimiento de estas zonas, muchas también altamente afectadas por la sequía por el tipo de actividad agropecuaria que prevalece y los impactos de la sequía sobre la misma, llega a una situación límite.
La problemática de frontera atraviesa una situación de crisis que puede verse en dos planos, por un lado, existe una realidad de frontera que se da por sus propias características que hace que existan determinadas problemáticas en términos económicos, sociales y productivos. La realidad de Uruguay ha sido de siempre y amerita políticas específicas. Por otra parte, en términos más de coyuntura, la situación cambiaria y la falta de un abordaje integral de los temas de frontera sin haber tomado medidas en todo este tiempo que se ha venido agravando la situación cambiaria con Argentina ha provocado un deterioro nunca visto a nivel del mercado de trabajo y de la situación social y de las empresas en general.
La gravedad a nivel económico y social viene siendo planteada a nivel de los diferentes actores políticos nacionales y departamentales, pero también de parte de trabajadores, organizaciones sociales y cámaras empresariales. Además de la situación cambiaria evidente y que puede comparase, se ha mostrado una diversidad de situaciones que muestra la alerta de la situación económica y social.
En un comunicado publicado el pasado 11 de mayo la Cámara de Industrias del Uruguay muestra, con base en un estudio realizado por la Dirección de Estudios Económicos de esta institución, que el “35% de las empresas industriales consultadas respondió que el contrabando aumentó en 2022 y en los primeros meses de 2023”. A su vez, agrega que un 35% reportaron caída de ventas en la zona fronteriza con Argentina y 27% con Brasil en 2022 respecto a 2021; y una de cada tres empresas informa que el contrabando incidió en la caída de sus ventas el año pasado. Pero además destacan que el contrabando está abasteciendo hasta un 40% de sus ventas. Se destaca la falta de controles y la necesidad de atender la situación en forma urgente.
El indicador de precios fronterizos que sigue la UCU viene en clave de deterioro. Por ejemplo, en el mes de marzo el indicador muestra que para el conjunto de vienes de referencia resulta 56% más barato adquirir dicha canasta en la ciudad de Concordia que en la ciudad de Salto. Visto desde la otra perspectiva, Salto está 127% más caro que Concordia. Este indicador se obtiene todos los meses. Alimentos y bebidas, productos para el hogar, comidas fuera del hogar, naftas, son de los rubros con mayores diferencias.
Los niveles en términos de algunos indicadores sociales son especialmente preocupantes, tal han sido los datos a nivel de desempleo y algunas estimaciones que se han dado a conocer de estudios particulares a nivel de frontera que muestran mayores niveles de pobreza que en otras realidades.
Deterioro grave de los indicadores del mercado de trabajo en la frontera
La última publicación de indicadores del mercado de trabajo desagregado por departamento que realizó el Instituto Nacional de Estadística (INE) es alarmante: los departamentos de frontera tienen tasas de desempleo muy por encima de la media. A nivel general se conocen los datos del mes de marzo, en los cuales para el total país la tasa de actividad se situó en 62,7%, la tasa de empleo en 57,3% y la tasa de desempleo en 8,6%. Si vemos desagregados estos datos de marzo diferenciando Montevideo e interior, tenemos que en Montevideo la tasa de desempleo llega a 7,8%, mientras que en el interior es de 9,1%. En el caso de los departamentos de frontera el desempleo superó los dos dígitos llegando a ser más de 14%. Concretamente se ubica en 14,2% en Salto con el peor guarismo, en 13,4% en Río Negro, en 12% en Soriano y en 10,5% en Paysandú, según datos del INE respecto del trimestre comprendido entre diciembre de 2022 y febrero de 2023. También es de considerar que existen otros departamentos que también superan los dos dígitos y que tienen sus particularidades.
Sobre las medidas
Luego de propuestas y alertas que vienen desde hace meses siendo planteadas desde la oposición, en esta última semana se anunciaron medidas desde el gobierno que llegan bastante tarde y sin generar un impacto sustancial. Al respecto lo destacable es que la alerta sobre la realidad cambiaria debe ser una preocupación que ya tiene demasiado tiempo y que viene afectando la realidad general, con un especial énfasis en estas zonas.
Hoy se necesitan medidas de urgencia, y se necesitaban ya desde el año pasado. Pero además hay necesidad de una mirada estratégica fomentando el desarrollo de cada zona y atendiendo la realidad de cada territorio y, en especial, de frontera.
Todos los departamentos de frontera tienen su potencial y sectores en los diferentes rubros que son claves requieren de planes estratégicos que atiendan y sobre todo fomenten la inversión y la creación de empleo.
La frontera y su realidad económica y social no son un tema nuevo, y se han visto en todos estos departamentos procesos de éxito. Más allá de las coyunturas y las situaciones específicas, se requiere de un abordaje integral que permita generar condiciones y fortalecer potenciales. Pero, a su vez, hay que tener en cuenta que se debe abordar el problema real hoy, que es la disparidad del tipo de cambio, que se ha agravado, y la diferenciación de precios. Se requiere tratar el tema cambiario y la formación de precios sin que las medidas nos lleven a internalizar el problema.
Ya se sabía y no se tomaron previsiones y las medidas actuales no solo no solucionan, sino que generan mayores perjuicios con efectos de extensión de la frontera, por ejemplo.