Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME

El diario del lunes

Por Néstor Curbelo Varela.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

La historia de la casa de las Leyes estuvo marcada por legisladores de fuste. José Enrique Rodó, Emilio Frugoni, Washington Beltrán Barbat, Julia Arévalo (primera mujer en ingresar al Parlamento), Luis Hierro Gambardella, Enrique Rodríguez, Manuel Flores Mora, Wilson Ferreira Aldunate, Alba Roballo, Rodney Arismendi, Zelmar Michelini, sólo para nombrar a algunos que acuden rápidamente a la memoria, tan injusta ella con otros muchos de todos los partidos.
Hombres y mujeres elocuentes que defendían sus posiciones con oratoria potente, llena de conceptos.

No es intención de quien garabatea estas torpes líneas el análisis de la curva descendente en la historia nacional, tarea de especialistas que algún día podrán explicarnos cómo fue que llegamos a que el escribano Guillermo Domenech se arrellanara en uno de los amplios sillones de la Cámara de Senadores para detonar:
“Se garchan entre hermanos”. La semana comenzaba por todo lo bajo.

Cierto es que el representante de Cabildo Abierto aludía a un programa radial, La Mesa de los Galanes, que había entrado en guerra -tan fratricida como incruenta- con la Mesa de los Tahúres: los representantes políticos y de las “fuerzas vivas” riverenses que simularon sentirse agraviados por la guarangada de un personaje humorístico y aprovecharon la bolada para existir y extender una nueva cortina de humo sobre el territorio político uruguayo.

Domenech no se conformó con el lunfardismo que alude al acto sexual, sino que sin trepidar dio un salto mortal para zambullirse en la antropología: «En todo el Interior se practica la endogamia pero nunca el incesto», prorrumpió.
Autodefinido “artiguista”, tal vez pasó por sus mientes el matrimonio del prócer con su prima,  Rosalía Rafaela Villagrán, una de las tantas parejas de Artigas, hombre de armas pero también de buen ver a ojos femeninos, mujeriego, elegante, musiquero y bailarín.
Así que para el novel senador, la patria se hizo ya no a “lomo de caballo criollo” sino sobre las primas. Y si bien la patria es endogámica, sobre todo en el Interior, Domenech se detiene pudoroso ante el incesto, tema controvertido si uno se da en leer las páginas policiales en las que, con frecuencia aparece la noticia de niñas abusadas sexualmente por sus padres en todo el país.
La presidenta de la Cámara de Senadores, seguramente congelada por el uso del verbo “garchar” en ese recinto, ya sea por pudor o por vergüenza ajena, no censuró a Domenech por el uso de la expresión, y no siguió el ejemplo de su homólogo de la Cámara Alta, Martín Lema, que censuró a la diputada Verónica Mato por el “hiriente” uso de la palabra “varón”. En esta oportunidad, Beatriz Argimón optó por el “siga, siga” de los árbitros de fútbol, cuando se hacen los zonzos ante una falta evidente, o demostró un oficio que no tuvo Lema cuando utilizó su autoridad para realizar un corte abrupto en la alocución de la diputada Mato, que podría haberse zanjado simplemente con una exhortación a dirigirse al cuerpo y no a los diputados presentes.

RENUNCIA EN CÓMODAS CUOTAS

La semana transcurrida, pródiga en acontecimientos, también deparó una novedad en un gobierno que siempre se las ingenia para sorprender a los uruguayos: la renuncia gradual, ordenada y a futuro del casi ex Canciller en ejercicio, Ernesto Talvi.
El anuncio de la dimisión de Talvi tomó estado público el día de su cumpleaños número 63 y tuvo inmediato impacto en prensa y redes sociales.
No era para menos: se trataba de un nuevo signo de inestabilidad en un gobierno cuyo presidente se ha caracterizado por nombrar y destituir jerarcas casi en un mismo acto.
La renuncia del Canciller motivó pronunciamientos desde todas las tiendas y sectores políticos.

No obstante, los dichos de distintos dirigentes y del propio Talvi, poco o nada aclararon sobre el fondo de la decisión. El alejamiento a futuro y en cómodas cuotas mensuales abre espacio al misterio y el misterio a las especulaciones.
Al principio se mencionaron las diferencias entre Lacalle Pou y Talvi con relación a la calificación del gobierno venezolano.
Más tarde, en clave de trabalenguas, Talvi manifestó que deseaba tener mayor protagonismo político dentro de su sector del coloradismo. Precisó sin embargo, que no iba a ocupar su plaza en el Senado. ¿Cómo y desde dónde ejercerá ese liderazgo?
Más y mejor misterio.
En ese contexto, el en ciernes ex Canciller recibió fuego “amigo”: “Todos sabemos que el ministro Talvi tiene un temperamento especial”, dijo Tabaré Viera, lugarteniente de Sanguinetti, en el programa En Perspectiva.
Viera no aclaró las peculiaridades del temperamento de Talvi, pero apuntó a un mal relacionamiento entre el responsable de la política exterior y el presidente de la República.

Hay otras versiones circulantes en los mentideros periodísticos. Un viejo cronista policial aseveraba que los crímenes se explican exclusivamente por dos motivos: los “viejos rencores” y las “cuestiones de momento”.
Entre los “viejos rencores” se encontraría un viejo encono dejado por Ernesto Talvi a su paso por el Banco Central del Uruguay entre 1990 y 1995. Conflicto que habría resultado en un ajuste de cuentas por parte del sector Batllistas, seudónimo actual del viejo Foro Batllista.
Entre las cuestiones “de momento” se susurra el capítulo “sojero”.
Recordemos.

Días atrás, el Comité de Ética del Partido Colorado archivó el affaire del diputado talvista Martín Melazzi. Volvamos a recordar. Melazzi había enviado whatsapps a sojeros argentinos con producción en Uruguay, asegurándoles que tenía todo encaminado en el Ministerio de Relaciones Exteriores para que pudieran ingresar a Uruguay durante la zafra a pesar del cierre de fronteras.
Apenas el asunto tomó estado público a través de Búsqueda,  Talvi se limitó a desmentir que la iniciativa de Melazzi hubiera sido coordinada con Relaciones Exteriores. Una reacción floja, insípida, que poco explicaba sobre la anticonstitucional propuesta de su diputado. Un asunto grave que se diluyó gracias a la somnolencia opositora.
En tren de recordar, recordemos el artículo 124 de la Constitución de la República:

Artículo 124

Los Senadores y los Representantes tampoco podrán durante su mandato:

 

1°) Intervenir como directores, administradores o empleados en empresas que contraten obras o suministros con el Estado, los Gobiernos o cualquier otro órgano público.

2°) Tramitar o dirigir asuntos de terceros ante la Administración Central, Gobiernos Departamentales, Entes Autónomos y Servicios Descentralizados.

La inobservancia de lo preceptuado en este artículo importará la pérdida inmediata del cargo legislativo.

Reiteremos: “Pérdida inmediata del cargo legislativo”.
En otros términos: Talvi salvó a su diputado pero en la interna, ¿la gravedad de este asunto no alcanzó a macular su imagen de impecable académico “recién llegado” a la arena política? ¿El affaire Melazzi no jugó ningún papel en el ajedrez interno colorado? ¿No tuvo incidencia alguna en el diálogo entre Sanguinetti -creador y articulador de la coalición multicolor-  con el presidente Lacalle Pou? ¿La renuncia de Talvi no resulta de algún sobresalto deslizado desde Batllistas al gobierno? Sobresalto atemperado desde el gobierno con la introducción de la novedosa resignación en cuotas. Lamentablemente, el ministro no ha sido llamado para que rindiera explicaciones más detalladas en el Parlamento. La historia dirá.

EL MARINO FUGAZ

Pasamos y sumamos. Llega el momento del Capitán de Navío Gastón Bianchi, la estrella más fugaz en el firmamento de la administración pública uruguaya.
En el programa continuado de nominar y destituir, el gobierno designó a Bianchi (Cabildo Abierto)  para que se desempeñara en la vicepresidencia de la Administración Nacional de Puertos.
Su venia, como había sido mansamente acordado entre oficialismo y oposición, fue votada por todos. Cuando sólo restaba que el Capitán de Navío arribara al puente de mando, apareció Facebook.
En la popular red social, con acerada pluma, Bianchi había sido extremadamente explícito con su futuro patrón, el ministro de Obras Públicas Luis Alberto Heber.
“Este tipo no está comprometido con ningún cambio, salvo aquel vinculado a su cuenta bancaria y bienes, por supuesto. Le importamos tres carajos los ciudadanos», había posteado Bianchi sobre Heber. No hay patrón, público o privado, al que esas palabras le caigan bien.
Bianchi tampoco había sido simpático con Pablo Mieres, al que calificó de “roedor”, con el Parlamento, del que dijo estaba integrado por “una pléyade de cerdos castrados”. Pasando a otro poder del Estado, aseguró que la Justicia era un “mamarracho”. El marino opinó que el Partido Comunista debería ser declarado ilegal y, de paso cañazo, agravió a los colectivos feministas a cuyas integrantes llamó “ballenatos y cachalotes” de “higiene deficitaria e indomables modales”.
En reverencia a la brevedad: el Capitán de Navío Bianchi se envolvió en la bandera de Cabildo Abierto y saltó por la borda con mala mar.
A la mañana siguiente, un lúgubre Manini Ríos anunciaba que el Capitán de Navío Bianchi había naufragado en su candidatura a la vicepresidencia de la ANP.

DESPRECIO A LA SEPARACIÓN DE PODERES Y PRESIONES ILEGÍTIMAS A LA JUSTICIA

La semana también desnudó la indiferencia del ministro de Defensa Nacional, Javier García, por la separación republicana de los poderes del Estado.
García hizo pública su “preocupación” y la de Lacalle Pou por el procesamiento del soldado Leonardo Vidal, asesino del prisionero Nelson Berreta.

Berreta fue muerto por la espalda, mientras se encontraba esposado, en un intento de fuga.

“Queremos transmitirles la preocupación que tienen el presidente y el ministro de Defensa con respecto al procesamiento que se dio en el día de ayer de un soldado retirado del Ejército”, dijo García.

En páginas de El País, el ministro criticó que el procesamiento pedido por el fiscal de Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, se realizara “casi 50 años después del episodio que motivó el procesamiento”. “Hace 48 años atrás, recibiendo una orden en un operativo en la calle, utiliza su arma, dispara y muere una persona que estaba detenida. El mensaje que queda planteado: ¿qué puede razonar un soldado si sabe que cumpliendo una orden que le da el Estado, que le dan sus jerarquías, el día de mañana termina siendo juzgado y preso? Es un mensaje que nos preocupa y afecta las tareas y el funcionamiento”, añadió García, legitimando posibles reiteraciones a futuro de la “obediencia debida”.

El fiscal Ricardo Perciballe, entrevistado por La Diaria, refirió que “la Fiscalía pidió el procesamiento porque había elementos de sobra” y que “si lo procesaron, por algo habrá sido”. Añadió que “es al revés de lo que se plantea: lo lamentable es que se lo procese 48 años después”. “La jueza lo procesó como procesa a cualquier ciudadano de este país, ¿cuál es la diferencia? Estamos hablando de un homicidio, no de cosas menores”, sostuvo el fiscal. Por otra parte, Perciballe explicó que del expediente surge que Vidal “le dio muerte por la espalda con una ráfaga de metralleta a alguien que estaba esposado y corriendo”. “Hay que ver que este es un delito de lesa humanidad, que no prescribe, y por tanto esto ocurre y seguirá ocurriendo”.

 

El ministro recibió críticas desde los organismos de Derechos Humanos, desde la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos y desde el Frente Amplio, que le exigió “una inmediata retractación”.
Lejos de retractarse, Javier García ratificó todos sus dichos, pero evitó pronunciarse sobre los señalamientos realizados desde la fiscalía.
En reiteración real, el gobierno ignoró la separación de poderes y ejerció una presión ilegítima sobre la judicatura con relación a casos de violación de Derechos Humanos en el pasado reciente. Es grave. Gravísimo.

ESTABA CANTADO

Maya Cikurel, la pareja del ministro de Educación y Cultura, detenida en compañía del propio Pablo Da Silveira cuando estaba a punto de extraerse del país rumbo a Argentina, volvió a la agenda esta semana.

La solicitud de extradición cursada desde Panamá fue denegada en primera instancia por una formalidad.
Según la defensa de Cikurel, quien es acusada en Panamá de complicidad en sobornos de la empresa Odebrecht, el pedido fue planteado por la fiscalía panameña y no por las autoridades judiciales. La jueza María Elena Maynard hizo lugar a esa formalidad y denegó la extradición.

El fiscal actuante, Ricardo Lackner, dijo a la prensa que esta decisión fue una “mala señal”.  Todo indica que la resolución de la sede penal va a ser apelada por la fiscalía.

 

ARREGLATE COMO PUEDAS

Por último, pero no menos importante: Pablo Mieres, ministro de Trabajo y Seguridad Social, el mismo que había sido calificado de “roedor” por el frustrado vicepresidente de la ANP, anunció un aumento de $226 a jubilados.
Por primera vez en 15 años, las jubilaciones aumentan por debajo de la inflación.
En seis días comienza el invierno. Nos volveremos a encontrar.

 

Dejá tu comentario

Forma parte de los que luchamos por la libertad de información.

Hacete socio de Caras y Caretas y ayudanos a seguir mostrando lo que nadie te muestra.

HACETE SOCIO