En las elecciones del próximo domingo, se juega la continuidad el proyecto del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que iría por su tercer mandato desde 2009, cuando Mauricio Funes fue elegido presidente; luego Salvador Sánchez Cerén fue designado como presidente por esa misma fuerza en 2014; en esta ocasión el candidato con opción de asumir el mando es Hugo Martínez.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
El Farabundo Martí fue una coordinación de las fuerzas insurgentes que combatieron durante la guerra civil que se desató desde 1980 y que tuvo como base el régimen derechista de Maximiliano Hernández a inicios del siglo XX, que luego de su derrocamiento fue sucedido por diferentes tipos de gobiernos que se caracterizaron por una inmensa inestabilidad, y fueron acuñando un sanguinario movimiento de ultraderecha que, bajo la figura de la “prevención y el combate a la amenaza comunista”, muy propia de los años 70 y 80, cometieron una serie de crímenes que consolidaron un régimen de terror.
Los escuadrones de la muerte se ensañaron contra las comunidades indígenas y rurales, así como contra los representantes de la iglesia católica, que por aquella época reunía una importante cantidad de representantes de la Teología de la Liberación en Centroamérica; una de sus víctimas más emblemáticas fue el arzobispo de San Salvador, Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980.
Entre 1980 y 1992, El Salvador vio uno de los conflictos internos más sangrientos del continente; la cantidad de víctimas no ha sido establecida con exactitud, oscilando entre las 7.000 y las 30.000; el acuerdo firmado en 1992 que terminó con el conflicto decretó la amnistía general para quienes hubiesen participado de las hostilidades, por lo que la verdad no ha podido ser reconstruida y divulgada.
Terminado el conflicto, el FMLN se dedicó a la actividad electoral, convirtiéndose en una de las principales fuerzas políticas del país, logrando inicialmente una representación importante a nivel regional, y poco tiempo después consolidándose como la principal fuerza de la oposición hasta 2009, cuando logró la presidencia por primera vez.
A pesar de las dificultades que dejó la guerra civil, los gobiernos del FMLN han logrado avanzar en la superación de aspectos fundamentales para el desarrollo del país, como el sector agrícola, que había quedado muy debilitado debido a que la guerra tuvo como protagonista la concentración de la tierra en pocas manos y convirtió a los grandes terratenientes en actores frontales del conflicto.
Antes de la llegada del FMLN al gobierno, el partido gobernante Arena había desarrollado gobiernos bajo la perspectiva neoliberal de la libre empresa; a partir de ahí se tomaron una serie de medidas de flexibilización laboral que convirtieron a El Salvador en un país con alto flujo de migrantes que buscaron llegar principalmente a Estados Unidos.
Este fenómeno no ha sido exclusivo de El Salvador, sino también de países como Guatemala y Honduras. Esta situación de marginalidad, producto del modelo, generó el fenómeno de las pandillas centroamericanas, que ha crecido con mucha fuerza tanto a nivel local como en el mismo territorio norteamericano.
La llegada del FMLN al gobierno logró que las condiciones materiales de la población más sumergida fueran más equitativas, frenando la expulsión de mano de obra y estabilizando las condiciones sociales en el país centroamericano; muestra de ello es que las caravanas migrantes que se han vuelto constantes desde Centroamérica hacia Estados Unidos están mayoritariamente compuestas por hondureños y guatemaltecos, mientras que El Salvador, e incluso Nicaragua, pese a las agresiones que ha sufrido, no son grandes expulsores.
La fórmula para darle continuidad al proyecto progresista en El Salvador está compuesta por Hugo Martínez como candidato a la presidencia, y Karina Sosa para la vicepresidencia.
Martínez fue dirigente estudiantil en los 90, luego del proceso de paz se convirtió en dirigente de las juventudes del FMLN, llegó a ser su secretario de comunicaciones y tuvo a su cargo en el primer gobierno de ese partido la misión del restablecimiento de las relaciones con Cuba que habían sido rotas desde 1961. Se ha desempeñado como ministro en los gobiernos anteriores y cuenta con una amplia aceptación en la base de la izquierda local.
Karina Sosa ha sido diputada, primero entre 2003 y 2009 y luego desde 2012 hasta la fecha; se ha desempeñado en las comisiones de relaciones exteriores y de la familia, Sosa es la segunda candidata a vicepresidenta por parte del FMLN, la primera fue la exguerrillera Nidia Díaz en 1999.
Aunque en las encuestas ha empezado a aparecer el ex-FMLN Nayib Bukele como candidato a ocupar la presidencia, hay gran confianza sobre las perspectivas en la dirección del Farabundo Martí.
En su acto de cierre, Martínez afirmó ante los miles de militantes y simpatizantes concentrados en la alameda Juan Pablo II de San Salvador: “Llegó la hora de luchar y trabajar porque el 3 de febrero salgamos victoriosos; para crear más justicia social, para poner fin a la criminalidad, para garantizar la seguridad de la gente”.
Además, expresó que “no podemos permitir que se juegue con la memoria de la izquierda en el país. Aquí hay una sola izquierda y se llama FMLN, no podemos volver al pasado, el partido de izquierda que siempre ha luchado por la justicia social se llama FMLN”.