Un estudio realizado por dos investigadoras sociales de la Universidad de Tel Aviv y del centro IDC Herzliya averiguaron que la inequidad de género llega hasta los sectores más insospechados.
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Ambas estudiosas accedieron a la base de datos del conocido sitio web de subastas eBay, y descubrieron que las vendedoras reciben hasta 20% menos de dinero que los hombres por la venta de productos idénticos. También las compradoras tienen a pagar más por un mismo objeto que los compradores.
«Esto sugiere que asignamos un estatus inferior (y por tanto un menor precio) a los productos que tienen y venden las mujeres»
Las investigadoras se centraron en las subastas entre particulares que tienen lugar en esta conocida web, en las que una vez el usuario pone a la venta un artículo con un precio de salida y se inicia la puja, el vendedor ya no interviene y el precio lo marca la participación de los potenciales compradores. Su análisis estudió más 1,1 millones de estas operaciones realizadas entre 2009 y 2012 y se detuvieron en las pujas por productos idénticos.
Las vendedoras consiguen de media precios finales un 5,3% más bajos. Es decir, por cada dólar que recibe un hombre al vender un reloj de oro de 18 quilates Bulova 95G07, una mujer que vende ese mismo Bulova 95G07 consigue 94,7 centavos. Y eso que las vendedoras tienden a poner un precio de salida mayor que los vendedores.
El porcentaje se multiplica por cuatro si se separan las operaciones por productos usados (los más habituales en eBay) y nuevos. En los primeros, donde el uso y estado del objeto introducen un factor clave en la decisión, las vendedoras recibieron de media un 2,9% menos. Pero la gran diferencia está en los productos nuevos, donde no existen factores objetivos que puedan explicarla. Aquí, las mujeres reciben una media de un 19,7% menos que los hombres.
«Creemos que esto se debe a que valoramos menos un producto cuando es una mujer la que lo vende», sostiene Kricheli-Katz. Este comportamiento guarda relación con una tendencia más general demostrada en el llamado paradigma de Goldberg. Este sociólogo realizó hace varias décadas una serie de experimentos en los que el mismo artículo aparecía firmado por una mujer o por un hombre. Los primeros eran sistemáticamente peor valorados que los segundos.
«Esto sugiere que asignamos un estatus inferior (y por tanto un menor precio) a los productos que tienen y venden las mujeres» afirman las autoras. A igual que en otros aspectos de un sistema cultural, como es el patriarcado, las mujeres también tienden a alimentar los patrones en los que éste se basa . «Nuestro análisis muestra que tanto hombres como mujeres pagan precios más bajos a las vendedoras, no son solo los hombres», recuerda la socióloga.
(Información del diario español El País)