El precandidato nacionalista, Luis Lacalle Pou, se viste de renovador, de ser parte de una corriente fresca que pretende sacudir a la política uruguaya y que siempre va por la positiva. Pero en los papeles esto resulta contradictorio.
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En la lista 71 que propone a los candidatos a la convención nacional de los blancos está rodeado de gerontes de la vida política uruguaya, que han vivido de ella para subsistir.
El primer lugar, obviamente, es para Lacalle Pou. El segundo de la plancha es el interminable Luis Alberto Heber, senador de la República desde hace 34 años. En el cuarto lugar aparece su padre, el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera, quien ejerció su cuestionado mandato entre 1990 y 1995. Tras él, aparece el exministro de economía durante el gobierno blanco, el cuestionado ultra neoliberal Ignacio De Posadas. En el lugar octavo, se encuentra el actual diputado Gustavo Penadés, otro que desde hace décadas se sirve de la política.
Pero la frutilla de la torta aparece en el lugar 19. Ese puesto lo ocupa el exministro del Interior, Ángel Maria Gianola, protagonista de la masacre frente al hospital Filtro en 1994.
El sublema de la lista 71 es “Todos, Hacia Adelante”. En la parte final de la plancha aparece el eslogán “Seguridad para gobernar”.