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Profundo disgusto con Donald Trump

Europa aspira a fuerzas armadas en desmedro de la OTAN

El presidente Donald Trump continúa triunfando en su esfuerzo por separar a Estados Unidos de sus aliados históricos, comenzando por el mayor, la Unión Europea. La falta de confianza de esta en Trump está decidiendo la creación de fuerzas armadas europeas, en claro desmedro de la OTAN, apoyadas por Macron y Merkel.

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Tres grandes fantasmas sobrevuelan Europa: el del espíritu de confrontación y venganza que rigió la firma del Tratado de Versalles (que llevó directo al nazismo y a la Segunda Guerra Mundial); el del general Charles de Gaulle (“en cuya extensa y dilatada jornada -como dijo el Dr. Carlos Quijano- todo fue grandeza”), que intentó construir junto con Konrad Adenauer una Europa independiente y unida en 1945; y el del general George Marshall (Premio Nobel de la Paz 1953), que como secretario de Estado entre 1947 y 1949 impulsó la iniciativa que lleva su nombre (Plan Marshall, impugnado por Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek) para ayudar a la reconstrucción de los países de Europa devastados tras la Segunda Guerra Mundial y evitar que se cometieran así nuevamente los errores que condujeron a la misma.

El domingo 11 de noviembre, en un lluvioso París engalanado para la ocasión, se celebró el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, concretado en la firma del armisticio de Compiègne, en una ceremonia que tuvo varias significaciones especiales. A las 11.00 horas del día 11 del mes 11, más de 70 primeros mandatarios de naciones que enviaron tropas al conflicto se reunieron al pie del Arco de Triunfo para celebrar y recordar a los por lo menos diez millones de personas que murieron en la guerra.

Además del presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, que presidieron de hecho la conmemoración, asistieron los presidentes de Estados Unidos (EEUU) y la Federación Rusa, Donald Trump y Vladimir Putin, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el rey Felipe VI de España y el presidente Pedro Sánchez, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, el primer ministro de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, el primer mandatario israelí Benjamin Netanyahu, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y los primeros ministros de Suecia, Irlanda, Noruega y Argelia, además de otros líderes mundiales.

Hubo dos mensajes políticos claramente contrapuestos: el del presidente Donald Trump, que con su habitual estilo desairó y ofendió a sus socios de la OTAN bajo el principio de America first, y el del liderazgo europeo, conducido por el anfitrión, Emmanuel Macron, y la canciller alemana,(representantes de los países que se enfrentaron en las dos grandes guerras mundiales del siglo XX), que transmitieron un mensaje de unidad política, que todo indica se trasladará al terreno militar.

 

El incendio y las vísperas

El enfrentamiento entre Trump y Macron comenzó en su entrevista privada mantenida en el Palacio del Elíseo el sábado 10 de noviembre, durante la cual discutieron sus diferencias sobre la seguridad europea y global. La reunión había sido precedida por uno de los célebres tuits de Trump, en que se señalaba el ya anunciado apoyo de Macron a una fuerza militar de carácter estrictamente europeo, es decir, independiente de la OTAN, como “muy insultante”. Como se sabe, la Organización del Tratado del Atlántico Norte u OTAN (en inglés, North Atlantic Treaty Organization o NATO), también denominada Alianza Atlántica, es el resultado de un acuerdo militar intergubernamental firmado el 4 de abril de 1949, llamado Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington, que tenía el claro fin de oponerse a a la entonces vigente Unión Soviética y al bloque socialista, y fue uno de los pilares de la Guerra Fría. Actualmente, la OTAN tiene 29 países miembros: Albania, Alemania, Bélgica, Bulgaria, Canadá, República Checa, Croacia, Dinamarca, EEUU, Estonia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Montenegro, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumania y Turquía.

En julio pasado, Trump ofendió a los representantes de estos países en la cumbre de la OTAN realizada en Bruselas, exigiéndoles aumentar sus aportes a la organización y realizando recriminaciones varias.

Dichas ofensas venían precedidas de las que Trump infirió a sus socios del Grupo de los 7 en Quebec (Canadá), entre el 8 y el 9 de junio, en el curso de la 44ª reunión del Grupo de los siete países más desarrollados del mundo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Allí participaron la canciller de Alemania, Angela Merkel; el primer ministro de Canadá y anfitrión, Justin Trudeau; Donald Trump, presidente de EEUU; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Giuseppe Conte, primer ministro de Italia; Shinzo Abe, primer ministro de Japón, y Theresa May, primera ministra de Reino Unido; Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, en carácter de autoridades máximas de la Unión Europea (UE); y Mauricio Macri, presidente de Argentina, invitado por Justin Trudeau en carácter de observador por su condición de anfitrión de la 13ª Reunión Cumbre del G20, que comenzará el 30 de noviembre próximo en Buenos Aires; y fueron vapuleados por Trump. Pero no se la llevó gratis: fue enfrentado, como lo documenta una célebre foto, por Merkel, Macron, Abe y otros, que le reprocharon su falta de adhesión al combate contra el cambio climático y su absurda y peligrosa guerra comercial con China. Posteriormente a dicha reunión, Merkel declaró que “Estados Unidos ya no era confiable debido al presidente Trump”.

Luego de su reunión con Macron en el Elíseo, Trump mensajeó: “El presidente Macron de Francia acaba de sugerir que Europa construya su propio ejército para protegerse de Estados Unidos, China y Rusia. Muy insultante, pero quizás Europa primero deba pagar su parte justa de la OTAN, que EEUU subvenciona enormemente”.

El estadounidense le pidió que se compartiera mejor el costo de la defensa de Europa, a lo que Macron respondió: “Creo que necesitamos más capacidades europeas, más defensa europea”.

Posteriormente, Macron, en una entrevista, criticó el reciente anuncio de Trump de que Washington se retirará del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (Tratado INF), del año 1987, que limita las armas nucleares, firmado por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov.

El presidente francés dijo que “la víctima principal de la retirada es Europa y su seguridad”.

 

El discurso de Macron y otros gestos

Ante la Tumba del Soldado Desconocido debajo del Arco de Triunfo, el presidente Emmanuel Macron encendió la llama eterna, como se hace cada noche en el memorial.

En su discurso, Macron realizó referencias concretas a los sufrimientos de hace un siglo en los cuatro años de la Primera Guerra Mundial: “El patriotismo es exactamente lo contrario del nacionalismo”, dijo. “Los viejos demonios están despertando, listos para sembrar el caos y la muerte”, advirtió. “La historia a veces amenaza con repetir sus patrones trágicos y socavar el legado de paz que creíamos haber sellado con la sangre de nuestros antepasados”.

Más tarde en el domingo, tuvo lugar en París un Foro por la Paz, al que asistieron los mandatarios nombrados, excepto Trump.

El presidente estadounidense permaneció en la ciudad, pero no acudió a las demás actividades, como al paseo que los mandatarios, encabezados por el presidente francés y la canciller alemana, tomados de la mano, hicieron con ofrendas por el Bosque de Compiègne, al norte de la capital, donde los aliados victoriosos y los alemanes derrotados firmaron el acuerdo que puso fin a la guerra.

The New York Times recordó en su editorial que a pesar del deseo de que aquel acuerdo pusiera fin a todas las guerras (el Tratado de Versalles, contra el que se alzó la voz de John Maynard Keynes y su notable libro Las consecuencias económicas de la paz), en apenas 20 años la miseria infligida a los derrotados provocaría la Segunda Guerra Mundial.

Acaso por ello, Europa (a pesar de sus numerosos errores persistentes) insiste en tomar recaudos. Angela Merkel acaba de declarar que se suma al deseo del presidente francés de tener “fuerzas armadas europeas” para que nunca más haya guerra en Europa.

Ahora sólo resta cambiar la política económica.

Trump sigue haciendo amigos
El martes 13, el presidente de EEUU ridiculizó vía Twitter al presidente francés Macron por su baja popularidad y criticó que quiera conformar un ejército europeo. Trump se burló del “muy bajo nivel” de popularidad, de 26%, de Emmanuel Macron. “Emmanuel Macron sugiere construir su propio ejército para proteger a Europa de EEUU, China y Rusia. Pero fue Alemania en la Primera y Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo resultó eso para Francia?”, mensajeó al mundo el mandatario estadounidense. “En París estaban empezando a aprender alemán antes de que llegara EEUU. ¡Paguen por la OTAN o no!”. Y agregó: “El problema es que Emmanuel sufre un muy bajo nivel de aprobación en Francia”. Como Trump no habrá otro igual, no habrá ninguno.

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