El humorista gráfico argentino Joaquín Salvador Lavado, más conocido como “Quino”, falleció este miércoles a los 88 años dejando como principal legado la saga de Mafalda, traducida a varios idiomas y que influenció durante décadas a personas de todas las edades.
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En la víspera, la máxima creación del humorista gráfico, Mafalda (1973), cumplió 56 años de su primera publicación, en el ya extinto semanario argentino Primera Plana.
La tira cómica cuenta las peripecias de una típica familia argentina de clase media pero desde la óptica de una niña que comienza teniendo cuatro años y que, mientras crece, desarrolla su preocupación por la humanidad y la paz mundial.
Los envíos fueron compilados, años más tarde, por Ediciones de La Flor en 10 libros que llevaron el éxito fronteras afuera con cerca de 30 traducciones a otros idiomas, incluido el guaraní.
Joaquín Salvador Lavado Tejón nació el 17 de julio de 1932 en la provincia de Mendoza (oeste), a los pies de la Cordillera de los Andes
Además de su éxito editorial, la máxima creación de Quino tuvo homenajes y ciclos dedicados a su nombre en todo el mundo, y cuenta con una estatua en la ciudad española de Oviedo y calles que llevan su nombre en Angulema, Francia y en Bruselas, Bélgica.
En Buenos Aires, apenas un mural, una pequeña estatua y una plaza que llevan su nombre la homenajean.
Humor gráfico
Con un humor agudo, Lavado clavó su aguijón en temas de relevancia global como la Guerra Fría, la paz mundial, la contaminación ambiental, el racismo y la libertad de expresión.
Una de sus viñetas más famosas, incluso, exhibe a Mafalda con un globo terráqueo al que le cuelga un letrero: «¡Cuidado! Irresponsables trabajando».
También supo reírse del capitalismo, la meritocracia, la burocracia, la miseria y las instituciones sociales, sobre todo el matrimonio y el trabajo, a los que siempre satirizó, además de hablar de temas de creciente relevancia como el feminismo.
Otra de las cosas que lo hicieron popular es que sus personajes siempre fueron gente común: aburridos empleados, niños curiosos, agotadas amas de casa, pensionistas, oscuros artistas, y jefes siniestros.
O hasta el mismísimo Dios, leyendo a carcajadas las «Leyes de Física General».
Joaquín Salvador Lavado Tejón nació el 17 de julio de 1932 en la provincia de Mendoza (oeste), a los pies de la Cordillera de los Andes.
Fue rebautizado «Quino» para diferenciarlo de su padre Joaquín, también ilustrador, y que falleció cuando él tenía 17 años.
Su madre también había fallecido y Lavado decidió abandonar la escuela para ser autor de tiras cómicas.
En 2014 obtuvo en España el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades pero su mayor galardón es saber que acompañó el crecimiento de miles de personas en todo el mundo.