Frida tiene seis años, y desde los dos años se dedica a encontrar vida donde otros han perdido la esperanza de hallarla. Pertenece a la Unidad Canina de la Secretaría de Marina mexicana, pero sus misiones a lo largo de estos cinco años, la llevaron a otras tierras: Frida ayudó en desastres naturales en Ecuador, Haití y Honduras; ahora está cumpliendo una tarea fundamental para el hallazgo de gente con vida entre los escombros que dejó el terremoto del 19 de setiembre en México. Sólo en el sismo del 8 de setiembre, salvó a doce personas -y a 52 en total- porque ella se mete bajo estructuras donde al resto se les dificulta entrar o, directamente, no se animan. También corre con la triste tarea de avisar donde hay cuerpos, por eso a Frida se la deja andar por sobre las ruinas, en las tareas previas a la limpieza, antes de pasar la maquinaria pesada. https://twitter.com/SEMAR_mx/status/910884425235300352 Equipada con un arnés (para poder descender y descender), un visor (que la protege del polvo y el humo) y zapatos especiales, sale a la vanguardia de un grupo compuesto por tres perros. Las autoridades le dieron el pomposo título de «especialista en búsqueda de personas extraviadas». Por supuesto que Frida no sabe de denominaciones humanas. Ella simplemente olfatea, rasca, y, si puede, lame a quien encuentra. Luego mueve la cola y ladra. Recibe las palmadas de afecto y vuelve a su trabajo. No hay tiempo que perder, en algún lado hay un sobreviviente que la está esperando.
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