Por Isabel Prieto Fernández
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Mientras siguen las declaraciones contradictorias entre jerarcas vinculados a la salud, a primeras horas de la mañana de este miércoles, fue fumigada contra el Aedes aegypti la zona delimitada por la avenida Rivera, Benito Blanco, Osorio, Pastoriza y Gabriel Pereira. Los productos utilizados son básicamente la permetrina y el pyriproxyfen. Este último es el famoso larvicida que prohibió el gobierno del estado brasileño Río Grande del Sur. El motivo esgrimido para esa decisión fue que aún se desconoce si los casos de microcefalia están ligados a ese producto. Sin embargo -y sin pruebas concluyentes- la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo defiende. Contradicciones orientales El martes, la directora de Zoonosis y vectores del Ministerio de Salud Pública, Gabriela Willat, aseguró a Caras y Caretas Portal que la fumigación fue “en espacios verdes no para este mosquito. Este mosquito es intradomiciliario y hasta ahora no se había aplicado insecticida para el Aedes”. Caras y Caretas insistió en que se decía que fumigaban contra el Aedes, pero Willat dijo textualmente: “Era para el culex, para otros mosquitos. Cuando se fumigan espacios verdes no es para Aedes. El Aedes vive adentro de las casas, con nosotros. Por eso se están haciendo intervenciones adentro de las casas. Y ahora esta forma espacial para abarcar un área mayor pero abriendo puertas y ventanas para que el producto ingrese al domicilio, porque es ahí donde está”. Por último dijo: “La fumigación es el último, el último [lo reiteró] elemento que hay que utilizar y es sólo ante la circulación comprobada de casos”. En esa misma conferencia estuvo la encargada de Salud de la Intendencia de Montevideo, Analice Berón. Sin embargo, para esta profesional “la entrada [del producto] en los hogares va a ser mínima, pero ese producto que entre, si hay alguna larva expuesta en las ventanas puede ser útil”. Por eso consideró que a las habitaciones que dan a la calle “las pueden dejar abiertas, pero sin estar allí las personas”. Entonces, la contundencia de Willat se topó con la postura condicional de Berón. De todas formas, Pocitos fue fumigado.