La umbanda es una religión monoteísta que tiene un solo dios, Olorum. Es el punto inicial y final. No se lo concibe como él, también se refieren a Olorum como ella. A partir de Él/Ella se desprenden y expanden las cualidades divinas, resguardadas y distribuidas por sus divinidades, llamadas orixás.
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Iemanjá es la madre de todas las orixás de la religión umbanda, y comanda las energías de todas las aguas: ríos, océanos y arroyos.
A partir de los Orixás y la administración de los elementos de la naturaleza con sus componentes se pasa a la capa siguiente, los Guías Espirituales. Finalmente, son los Guías Espirituales los intermediarios entre esta escala divina y la materia. Son ellos, los Guías, que llegan en los Templos de Umbanda a través de médiums para ejecutar con amor una de las máximas de la religión: Caridad, Amor, Fe y Conocimiento para todos, sin distinción.
Umbanda es «la manifestación del espíritu para la práctica de la caridad».
Iemanjá como culto nació en el río Kutá (Nigeria). Con la llegada de esclavos a América, llegaron sus sus creencias. De esa forma, Iemanjá se quedó con las aguas oceánicas y dejó a Oxum, su hermana menor o hija según el mito, las aguas dulces.
Cada año el 2 de febrero miles de personas, con referencias blancas y celestes, se sientan en las playas del país a la espera del atardecer, para luego ingresar al agua y depositar sus ofrendas o bautizar a los nuevos adeptos.
Las ofrendas incluyen sandía, mazamorra, sidra, maíz blanco, miel, joyas, perfumes, jabones. Pero puede ofrendarse lo que se desee. La tradición estipula que primero se agradece y luego se pide lo que se desea sea concedido.