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Imperativo patria

Por Prof Hernán Planchón.

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Caras y Caretas Diario

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Desde que tenemos noción de la vida como especie humana, somos gregarios y vivimos en un pedacito de tierra con agua y aire. Es decir, un lugar donde se pueda desarrollar la vida. Luego aparece el ideal, creer en él y trabajar para alcanzarlo. Lo más simple, lo básico, cuesta verlo entre tanta basura de datos –sin contexto– acumulada sobre nuestra razón de ser. El actual es un tiempo de muchísima información y hay más información que ideas. Los poderes centrales del mundo nos bombardean con sus aparatos financieros, su propaganda, su cultura, y van desarrollando un pensamiento único, hegemónico, que se reproduce en redes, pantallas y móviles. anestesiándonos, cansándonos, desintegrando nuestro ser colectivo. De a poco nos van sacando el agua, la tierra y el aire. El modelo central hegemónico es para unos pocos; esos niveles de consumo y estilo de vida son para una pequeña minoría. Entonces nos proponen, para salvarnos, una salida individual –para elegidos– que consiste en pisar montañas de cadáveres de hermanos para llegar a esa tierra prometida, dejando el alma en la escalada. La República Oriental del Uruguay es una construcción problemática y la asumimos como patria para hacerla y defenderla, sabiendo que su realización plena será junto a las otras patrias de nuestro sur. Artigas no será olvidado y seguiremos levantando esas banderas pesadas. Cuando vengan los duros tiempos de tempestad, sé que nos convocaremos desde todos los rincones ante esa nueva admirable alarma. Pero es aconsejable y bueno tomar recaudos antes del vendaval, con herramientas de paz, trabajo y bienestar. Siempre es tiempo de construcción y defensa. Todos unidos como pueblo, sin exclusiones, debemos sostenernos y defendernos. En tiempos de paz –ojalá eternos– nuestros soldados serán constructores del bienestar común, nuestras fuerzas armadas serán productivas y socorro ante las contingencias dramáticas. Pero si llega la hora –la muy mala hora– de ser agredidos, todos seremos soldados, todo el pueblo seremos Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Como en tiempos de la patria vieja, cuando el ejército de Artigas era el pueblo reunido y armado. Esta es la única Defensa Nacional creíble y posible. Así, y solo así, en los tiempos que vengan seremos patria. Gracias Ñato. Gracias por juntarnos en torno a ideas estratégicas y bancarnos en nuestras falencias y virtudes. Gracias por ser palito de la colmena, y en la práctica común, hacernos hermanos.   * Director general de Secretaría del Ministerio de Defensa Nacional.

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