Intendentes a la pesca

-“Tararira, tararira,  /qué arisca y sabia que estás / Anzuelo que cae al agua, mojarra que te llevas / Pica, pica, tararira, / plata viva del juncal, / mientras no se corta el hilo, junto al agua me hallarás”. -Qué hermoso, Borges, chapeau. Me emociona que traiga estos versos deliciosos del maestro Osiris Rodríguez Castillo. Usted cuando quiere puede. -Álvarez, es que vengo inspirado con el tema de la relación íntima entre el hombre y la pesca. -¿Pur cuá, Borges? -El domingo me fui a pescar con un amigo al interior del país. -¿Político? -No, jugador de golf. Claro, tarambana, es uno de los intendentes que forman el nuevo movimiento de jefes comunales blancos que están en las cuchillas y están decididos a participar en la interna nacionalista. -¡A la pipetuá! Cuénteme, Borges, por favor. -Fuimos en una austera lancha al medio del río Yi. Preciosa mañana. Tomamos unos mates mientras hablábamos de zonceras -el mundial de fútbol, las nuevas poses de Jimena Barón, en fin- hasta que preparamos las cañas de pesca. Debo decir que la del intendente era una caña con un reel modesto, mientras que el mío destilaba glamur. -Siempre el fanfarrón. ¿Vio? Le sale el montevideano de adentro, Borges. ¿Qué tiene que estar ostentando sus piezas en una reunión de esas características? -Álvarez, no se meta en asuntos de pesca porque usted no es ni siquiera un neófito en la materia. Si sigue mosqueando, me pongo a leer el horóscopo. -Perdón, Borges. Siga. -Bien. Encarnamos los anzuelos y lanzamos nuestras líneas al río. Pasaron pocos minutos hasta que le pregunté sobre el movimiento de intendentes que él integra. -Siga, cochero. -Mi amigo intendente me dijo que la idea es marcar una tercera vía a la bipolaridad instalada en la interna del Partido Nacional. Esto es, Luis Lacalle Pou versus Jorge Larrañaga. -Ajá. Nada nuevo bajo el sol. -En un momento le pregunté sobre la senadora Verónica Alonso y sus posibilidades de encabezar, como candidata, la agrupación. -¿Y? -“Picó, Gordo, picó”, me soltó. – Ah, que va a ser candidata -No, benilún. Estaba recogiendo su línea y traía un portentoso bagre amarillo. Mientras sacaba la pieza del anzuelo, le insistí: “¿Qué pasa con Verónica Alonso?”. -¿Y qué le dijo, Borges? -El intendente blanco me manifestó rotundamente que no está en los planes del movimiento, al tiempo que limpiaba sus manos con un trapo que alguna vez supo ser tapete de tardes de café. -¡A la perinola! -Luego de devolver la pieza al agua me manifestó: “La idea es que la gente se identifique con una postura nueva. Desde el interior, en donde los ciudadanos están más cerca del intendente, es sumar”. “Entonces, van a negociar si pierden las internas”, le espeté. -Upa. -“No sé”, me dijo mi anfitrión con una leve sonrisa. Luego me confesó: “Nos han llamado tanto Lacalle Pou como Larrañaga para medirnos el aceite. La cuestión es que nosotros vamos a las internas y después se verá qué pasa en las elecciones nacionales. Gordo, no jodas más, queremos ser una opción dentro del Partido Nacional”. -Ay, le metió la plancha. -Sentí un dolor en la pantorilla, ja, ja, ja. -Entonces… -Le canté retruco. Le dije que si son tan renovadores, no van a usar figuras del pasado nacionalista, como Aparicio Saravia o Wilson Ferreira Aldunate. -Buen punto, Borges. -¿Sabe lo que me contestó? Que no iban a usar escarapelas y que, en todo caso, que Larrañaga siga usando la figura del caudillo blanco para adherir votantes. En resumen, no serán “la corriente saravista o wilsonista que viene desde el interior a copar la capital”. -¡Tsunami de íconos! -Picamos un chorizo casero, una longaniza y quedamos en silencio, hasta que el mismo fue interrumpido por una pregunta: “¿Enrique Antía es el candidato del movimiento?”. “Ja. Eso sale en la prensa. Todavía falta. Pueden aparecer figuras del sector de Lacalle Pou. Mirá que no todos vamos a hacer ex Alianza Nacional. Todavía no aprendiste a pescar, Gordo”, me dijo mientras se llevaba un fino corte de salamín a la boca. -Ay, diosito santo, bajámela del cielo.