El intendente Soravilla, que lo había reincorporado meses atrás en un cargo de confianza, debió dar marcha atrás y anunciar su desvinculación definitiva. La polémica se amplifica porque, según denunció el edil colorado Daniel Argañaraz, el propio Soravilla —cuando era director general— firmó horas extras que beneficiaron a Rolón, incluso cuando estaba de vacaciones. “Es un mimoso de este gobierno departamental”, disparó el edil, cuestionando la cercanía política entre ambos.
Repudio a Rolón
Desde el Frente Amplio, la Comisión de Género departamental emitió un comunicado de “total repudio”, señalando que la permanencia de Rolón en un puesto público resultaba inadmisible y calificando como “insuficientes” las medidas judiciales adoptadas. Aseguran que el mensaje que transmite la Justicia es peligroso: “deja en situación de vulnerabilidad a la víctima y desalienta a otras mujeres a denunciar”.
El caso no solo expone un nuevo episodio de violencia de género en el país, sino también las redes de protección política que amparan a jerarcas cuestionados. La reincorporación de Rolón, seguida de su rápida caída, golpea de lleno la credibilidad de la Intendencia de Artigas y deja en entredicho la capacidad del sistema judicial para garantizar justicia y protección a las víctimas.