El largo camino hacia la candidatura

Para el dirigente batllista, diputado por Rivera, exsenador, y dos veces intendente de ese departamento, Tabaré Viera Duarte (62), el Partido Colorado padece dos crisis bien definidas; por un lado, el alejamiento que experimentó con la gente desde comienzos de siglo a la fecha y, por otro, la falta de líderes. Ambas situaciones han llevado a posiciones históricamente minoritarias en los porcentajes electorales para un partido que durante cien años ostentó el gobierno y es considerado pilar de la historia del Uruguay moderno. Viera reconoce que estos son “nuevos tiempos” y que las realidades han cambiado: “Nuestro país dejó de ser bipartidista al haber emergido una nueva fuerza política que ya ha adquirido experiencia en el gobierno y en el Parlamento y que la pone a la par de las otras dos fuerzas tradicionales, el Partido Colorado y el Partido Nacional”. Gato por liebre A dos años de la fundación de la corriente que lo identifica, Espacio Abierto, el dirigente batllista lanzó al tapete la propuesta de una elección interna directa en  2018, que considera redimensionará a su partido dotándolo de una fuerza de militancia directa con la incorporación de nuevos dirigentes. “La realidad de conducción en el Partido Colorado es bien distinta a la que ostentaba en 2014. En Vamos Uruguay se alejó su principal dirigente, Pedro Bordaberry; antes ya había experimentado algunas divisiones internas, como la escisión de Fernando Amado, y Proyecto Batllista (Proba) –inicialmente conducido por José Amorín y quien habla– ya no existe más. Por otro parte, creo que la elección del secretario general del Partido Colorado bajo el sistema de una elección de tercer grado no se corresponde con los nuevos tiempos electorales. Con el actual sistema de elección de esta figura de conducción del Comité Ejecutivo Nacional [CEN], sucede que a veces quien termina designado como la máxima figura del partido no representa la voluntad de los convencionales, y menos de los votantes. Tabaré Viera dijo a Caras y Caretas que la única forma de dinamizar al Partido Colorado y salir de este letargo en el que se encuentra sumido en porcentajes históricamente bajos, es justamente la realización de una elección interna “que mueva a las bases, que genere competencia, que ejercite la democracia partidaria eligiendo a quien podría convertirse luego en el candidato del Partido Colorado de cara a las elecciones de 2019”. Sanguinetti, el mejor consejero El dirigente no esquivó el tema del expresidente Julio María Sanguinetti, una de las figuras más influyentes del Partido Colorado, a quien año tras año se lo ve como posible candidato a la presidencia por su partido. “Julio es hoy sin ninguna duda la persona más importante dentro del partido. Tiene una dilatada trayectoria política, conduciendo “el cambio en paz” de Uruguay hacia la democracia sin derramar una sola gota de sangre y sus dos presidencias, ambos hechos que lo colocan en un sitial superior, desde el que hoy el expresidente se siente cómodo para aconsejar y servir como referente a aquellos dirigentes que buscan su lugar, aun como candidatos a la presidencia. Sanguinetti ha manifestado que no participará en las elecciones de 2019 como precandidato del Partido Colorado, aunque no escapa a ningún batllista que sus consejos y su experiencia estarán detrás de quien ostente esa responsabilidad”.  Los rosados sean unidos Otro tema en el que Viera reaccionó con énfasis fue cuando lo consultamos por la relación que popularmente se le atribuye a su partido con el Partido Nacional, coalición a la que el oficialismo llama “rosados”. “Esto es un disparate –reaccionó Viera–, el Partido Colorado no tiene ningún acuerdo de coalición con el Partido Nacional ni opiniones o visiones en común. Nuestro proyecto está basado en el más puro batllismo, del que provenimos. Si bien puede tener algunos puntos de encuentro con el Partido Nacional, también los tiene con el Partido Independiente o con el propio Frente Amplio. “Si mis compañeros me lo piden” El tema más importante, y que quizás termine siendo la conclusión política a esta gran movida liderada por Tabaré Viera, es la competencia por la precandidatura a la presidencia por el Partido Colorado. Con respecto a este tema, el entrevistado reveló a Caras y Caretas que su deseo es competir en esta instancia interna de su partido. “Para cualquier dirigente que quiere a su país, es un gran honor ser candidato, y si mis compañeros de Espacio Abierto entienden que puedo competir internamente dentro del partido, no tenga ninguna duda que encabezaré esa responsabilidad con honor y sano espíritu  de competencia con los demás compañeros candidatos. Me siento con ganas. Siento que es el momento justo de mi vida, que he dedicado casi exclusivamente a ocupar cargos de responsabilidad, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Poder Legislativo”. Genialidad de Vázquez Con respecto a aquellos puntos de concordia con el actual gobierno, el entrevistado dijo que “este gobierno maneja muy bien la comunicación, un signo típico de los gobiernos populistas”. “No comparto las políticas que condenan a la gente a ser pobre toda la vida con ayudas de gobierno que estimulen a no trabajar o a hacer cálculos de cuántos hijos hay que tener para que la suma de los aportes por cada uno de ellos pare la olla. Tampoco comparto lo que sostiene la ministra [Marina] Arismendi, que nada tiene que tener contrapartida, ni siquiera la asignación familiar. El batllismo es totalmente diferente. Nuestra filosofía es que a través de las políticas sociales hay movilidad en la escala social y la política que orienta el gobierno del Frente Amplio no posee proyectos ni programas que incluyan movilidad en la escala social”. Sin embargo, Viera reconoció la genialidad del presidente Tabaré Vázquez a la hora de implementar las tablets para los escolares y los jubilados, “esas cosas que a veces tienen los líderes políticos cuando se les ocurre una muy buena idea y su equipo la instrumenta bien”. De todos modos, con respecto a las tablets para los escolares, recordó que esta idea fue lanzada hace unos 21 años por Nicolás Negroponte en el mundo, quien estuvo en Uruguay en esos años presentándola.