Aun así, el bronce obtenido marca un regreso para España, que no lograba una medalla mundialista en esta categoría desde hacía 12 años, y consolida la evolución de la disciplina tras los cambios impulsados por Fuentes. La entrenadora ha devuelto al equipo la audacia y el sello artístico que lo distinguieron durante años.
El cambio ya está en marcha
Pero sobre todo, la presencia de González simboliza un punto de inflexión. Desde que la World Aquatics autorizó oficialmente en 2024 la participación de hasta dos nadadores masculinos por equipo, muy pocas delegaciones se animaron a integrar varones en sus filas. En esta final, sólo Chile, Grecia y México, además de España, se atrevieron a hacerlo. De todos ellos, fue el conjunto español el único que subió al podio.
González ya había hecho historia semanas atrás, cuando se coronó campeón de Europa en Funchal. Hoy, su nombre se suma al del pionero Pau Ribes como referentes del camino que empieza a abrirse para los hombres en la natación artística. Su participación aporta técnica y sincronización, también una declaración de principios, la belleza, la expresión y la excelencia en el agua no entienden de género.
En un deporte que durante décadas fue exclusivo para mujeres, la figura de Dennis González confirma que el cambio ya está en marcha.