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Desde Taiwán hasta Ucrania o Haití

Los conflictos que impactarán a la humanidad en 2023

Guerras en directo, crímenes silenciados. Expertos advierten sobre los conflictos y violaciones a los derechos humanos que estarán presentes en 2023.

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No habrá paz para quienes no declaran guerras ni venden armas. La muerte que les acompañó durante los últimos meses seguirá allí, vistiendo uniforme, empuñando metralletas o jugando con drones asesinos. Dolor, dolor y más dolor. El año nuevo de Ucrania o Haití se ha parecido en algo al de Etiopía o Yemen: los que pudieron brindar lo hicieron con el sabor amargo, incierto, que les depara vivir en algunos de los lugares con más conflictos del planeta.

Los deseos de paz y felicidad suenan a broma macabra en esos territorios que, para desgracia de sus habitantes, son hoy sinónimo de tensión, matanzas de civiles, reclutamientos forzosos o hambrunas. Sufren en Kiev y lloran en Gaza. Desesperan, y llevan décadas, en el Sahara.

Distintos informes conocidos en las últimas semanas permiten dibujar un mapa de conflictos que marcará el panorama internacional durante los próximos 12 meses.

Ucrania

La guerra es hoy una foto de Ucrania, el único país de Europa que despidió el año entre explosiones. ¿Cambiará el pronóstico en los próximos meses?. Según un informe de la organización International Crisis Group, no hay señales de que Kiev o Moscú "retrocedan". Por el contrario, creen que las hostilidades se mantendrán pese al alto el fuego durante 36 horas anunciado por Putin este jueves por la Navidad ortodoxa.

"Los ucranianos ven cada nuevo ataque y revelación de los abusos rusos (incluidas las ejecuciones sumarias y los abusos sexuales) como una razón más para luchar. En Rusia, la propaganda y la opresión disuaden a la oposición. Ninguna de las partes muestra un apetito genuino por las conversaciones de paz", afirman Comfort Ero y Richard Atwood, expertos de Crisis Group y autores del citado informe.

"Los ataques con misiles rusos podrían dejar a millones de personas sin agua, electricidad ni calefacción en invierno. Unos 6,5 millones de ucranianos han sido desplazados dentro de su propio país, mientras que otros 7,8 millones son refugiados en toda Europa", afirma el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés).

Irán

Las protestas en la nación persa forman parte de un terremoto de imprevisibles consecuencias en 2023. Los analistas coinciden en un diagnóstico tan esperado como preocupante: el régimen iraní no prevé ceder ni un milímetro en su política represiva, que incluye el ahorcamiento de opositores políticos.

En un país habituado a pagar los reclamos de libertad con reclusión y pena capital, el levantamiento de mujeres iraníes y del pueblo kurdo es contestado por la teocracia iraní con una represión salvaje, y la situación puede agravarse.

"Nada indica que el régimen vaya a escindirse; pero la represión tampoco puede aplacar la profunda ira de la sociedad. Algo se ha roto. El régimen no puede dar marcha atrás", apunta International Crisis Group, que incide en otro aspecto geoestratégico: la siempre presente amenaza de nuevos desarrollos nucleares por parte de Irán.

Taiwán

El mundo también mirará a Taiwán en 2023. Y quien mira a Taiwán clava el ojo en China. El Gobierno de Xi Jinping no ceja en su empeño de preparar a sus tropas para una guerra, con todo lo que podría implicar a nivel mundial. ¿Será Taiwán el foco central del militarismo chino?.

"La unificación es desde hace tiempo el objetivo de China. Pekín espera que se produzca de forma pacífica, pero no descarta el uso de la fuerza. Washington considera que Xi Jinping ha fijado 2027 como la fecha en la que el Ejército chino debería ser capaz de apoderarse de Taiwán", aseguran los expertos de Crisis Group.

José María Pardo de Santayana, analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEES, dependiente del Ministerio de Defensa), advertía en un informe reeditado en septiembre pasado que "las espadas están en alto" y destacaba que "existe el peligro de una gran guerra sobre la que proyecta su sombra el holocausto nuclear".

"Tenemos ante nosotros una década que se vivirá peligrosamente. No hay dudas de que lo que está en juego es de enorme importancia y lo que suceda en el estrecho de Taiwán tendrá ramificaciones para el futuro de Asia, para el sistema de alianzas de EEUU y para la seguridad del mundo en general", apuntó Pardo.

Yemen

La masacre de civiles en Yemen cumplirá ocho años en marzo. Los ataques encabezados por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para reponer en el poder al presidente Abdulrabbuh Mansur al-Hadi, derrocado por el movimiento hutí y que cuentan con el apoyo de Irán, empezaron en 2015 y se han cobrado la vida de miles de personas. La catástrofe humanitaria que vive este empobrecido país de la Península Arábiga no tiene precedentes.

"Yemen está en el limbo. La tregua acordada en abril entre los rebeldes hutíes y el Gobierno, reconocido internacionalmente y respaldado principalmente por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, expiró en octubre –apunta International Crisis Group–. No se han reanudado los combates importantes, pero ambos bandos se preparan para volver a la guerra".

"Yemen corre un mayor riesgo de violencia a menos que se alcance un acuerdo de alto el fuego más prolongado. Ya persisten los combates localizados, lo que dificulta a las organizaciones humanitarias la entrega de ayuda. Los bienes básicos, como los alimentos y el combustible, seguirán siendo inasequibles para muchos yemeníes", afirma ICR, una de las organizaciones que trabaja sobre el terreno.

Sahara Occidental

El pueblo saharaui es víctima de uno de esos conflictos cronificados y olvidados. Tras un 2022 marcado por la decisión del Gobierno español de avalar los planes de autonomía de Marruecos para el Sahara, hoy este territorio se mantiene inmerso en una crisis que muchos evitan mirar.

El representante del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, advierte precisamente sobre el "silencio que se intenta imponer por parte de Marruecos y de algunos países interesados en que no se conozca la realidad".

"Nosotros trabajamos desde finales de 2020 para situar esta guerra en la escena internacional. El Ejército saharaui no ha dejado pasar ni un día sin hacer hostigamiento a las fuerzas de ocupación marroquíes", afirmó a 'Público'. De hecho, Arabi alertó de que la guerra del Frente Polisario contra Marruecos es también una pelea contra el silencio, y así continuará durante 2023.

"Cuando se silencia esta guerra, Marruecos aprovecha para imponer su ocupación ilegal mediante el uso de los recursos naturales del Sahara Occidental, como arma para condicionar los procesos políticos. Lo hemos visto con la postura adoptada por el presidente del Gobierno de España", afirmó en alusión al cambio de posición que el Ejecutivo adoptó en marzo de 2022.

Palestina

El punto tradicional de tensión de Oriente Medio se mantiene en el 'top 10' de los conflictos internacionales, aunque ahora con otro elemento desestabilizador: un nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu con ultraderechistas sentados en su Gabinete de ministros.

"A corto plazo, con la gravitación de la sociedad israelí hacia la derecha y la extrema derecha, que se reflejó en las elecciones de noviembre, es probable una escalada de enfrentamientos entre palestinos y judíos israelíes en los territorios ocupados y dentro de las fronteras de Israel de 1948", sostiene la politóloga Nur Arafeh, en un análisis del centro de pensamiento Al-Shabaka, que busca fomentar el debate público sobre los derechos humanos y la autodeterminación de los palestinos en el marco del derecho internacional.

Para Arafeh, esta situación "puede poner fin a los Acuerdos de Oslo de 1993 y conducir a una nueva etapa en las relaciones palestino-israelíes, caracterizada por un derramamiento de sangre aún mayor, hasta que se conciba un nuevo marco político que ponga fin a la ocupación, logre la autodeterminación palestina y garantice los derechos para todos".

Sahel

La violencia desatada por grupos yihadistas y las hambrunas se dan la mano en esta zona del continente africano. Según IRC, "la creciente violencia cerca de Malí y Burkina Faso refleja una inseguridad aún más generalizada en la región central del Sahel, donde la población civil corre grandes peligros pues son objetivo directo de actores armados no estatales".

La condena que pesa sobre los habitantes de esa región también tiene un componente climático. La actividad agrícola sufre tanto las perturbaciones provocadas por la violencia como por las inclemencias del tiempo, lo cual "está provocando un aumento de la inseguridad alimentaria sin precedentes", advierte dicha organización. Miles y miles de migrantes que buscan refugio en Europa llegan empujados desde ese infierno.

"Lo más importante en un momento de inflexión para la región es que los líderes se replanteen lo que ha sido un enfoque predominantemente militar para hacer frente a los islamistas –apuntan desde Crisis Group–. Las operaciones militares desempeñan un papel importante, pero deben estar supeditadas a los esfuerzos por mejorar las relaciones entre las comunidades, ganarse a la población del interior e incluso dialogar con los líderes islamistas".

Haití

La violencia y la pobreza también atraviesan a Haití. Este país caribeño, inmerso en una tragedia sin fin, es escenario de las disputas de cientos de bandas que controlan más de la mitad del territorio. La mas poderosa, conocida como G9, es una alianza de nueve grupos armados que está liderada el expolicía Jimmy Chérizier.

"Asfixian la capital, Puerto Príncipe, bloqueando las carreteras e imponiendo un reino de terror, que incluye la violación para castigar e intimidar a la gente, a veces con niños de apenas diez años como objetivo", señala Crisis Group.

Si bien estos grupos operan en el país desde hace décadas, sus actividades se incrementaron tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021. La inestabilidad política asociada a la violencia está a día de hoy plenamente instalada en la sociedad haitiana, por lo que los pronósticos para los próximos meses resultan preocupantes.

Armenia y Azerbaiyán

Tampoco aguarda un año de paz el enclave de Nagorno Karabaj, en Asia Central. Según el ranking de International Crisis Group, este conflicto entre Armenia y Azerbaiyán es hoy uno de los principales a nivel mundial. "Si la guerra en Ucrania ha repercutido en las crisis de todo el mundo, su impacto ha sido especialmente palpable en el Cáucaso Sur", señala esta organización.

"Más de dos años después de su última guerra por Nagorno Karabaj, Armenia y Azerbaiyán parecen encaminarse hacia otra confrontación", alerta en su análisis sobre los conflictos que deparará este 2023.

Azerbaiyán cuenta con el apoyo de Turquía en sus aventuras bélicas. Gracias al Gobierno de Erdogan, sus fuerzas militares están hoy mejor equipadas con las armenias y cuentan con un número claramente superior al que ostentan sus rivales. La tensión está presente.

Etiopía

En la región etíope de Tigray, la paz es frágil. Tan frágil que los expertos estiman que a lo largo de los próximos meses todos los intentos por poner fin a los enfrentamientos entre el Gobierno de Abiy Ahmed y el Frente de Liberación del Pueblo Tigray (TPLF), que dominó la política durante décadas, podrían ser en vano.

Abiy y el TPLF alcanzaron un acuerdo el 2 de noviembre en Pretoria y fue ampliado 10 días después en Nairobi, pero hay razones para la preocupación: "Siguen sin resolverse cuestiones clave, sobre todo si las fuerzas de Tigray se desarmarán y si el presidente eritreo Isaias Afwerki, cuyo ejército ha estado luchando junto a las tropas etíopes, retirará sus fuerzas a la frontera reconocida internacionalmente", advierten los expertos de Crisis Group.

"Las acciones de Eritrea estarán impulsadas por su propia agenda estratégica, que considera que la debilidad de Etiopía es esencial para la seguridad del país", destaca Michelle Gavin, investigadora del Council on Foreign Relations (CFR), un think-tank con sede central en Nueva York.

Por Danilo Albin (vía Público)

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