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Justicia

Dos años sin Plef

Los enigmas en torno a la muerte de Felipe Cabral

El 16 de febrero del 2019, la campaña política rumbo a las elecciones presidenciales tenía el condimento de la reforma constitucional propuesta por Jorge Larrañaga bajo la consigna “Vivir sin miedo”. Ese día, en Punta Gorda, ejecutaron de un tiro en la nuca al artista callejero conocido como Plef, un crimen con todos los elementos para ser dilucidado, pero que extrañamente hasta hoy sigue rodeado de enigmas.

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Felipe Cabral (Plef) había decidido en 2019 poner su arte para apoyar la campaña del candidato a la interna frenteamplista Óscar Andrade.

Su crimen fue motivo de debate, fundamentalmente en las redes sociales, entre impulsores y detractores de la propuesta de la mencionada reforma constitucional, tornándose ante la opinión pública como un crimen político.

Este debate podría haber incidido en las vacilaciones y recaudos que se evidenciaron por parte de las autoridades encargadas de investigar el caso, cuyas actuaciones fueron presionadas por discursos de dirigentes políticos que exigieron la rápida resolución del crimen contra el relato que justificaba la acción directa contra personas de “apariencia delictiva”.

Las dilaciones y el ritmo de la investigación, que se justificaron por la independencia técnica,  fueron fatales para los tiempos de una investigación policial.

El manido argumento de las dificultades de los fiscales, actores de primera línea, en adaptarse al nuevo Código del Proceso Penal, tampoco explica por sí mismo algunas dilaciones en los tiempos de investigación.

 

Punto cero

El día 22 de febrero del 2019, el juez penal de 34º Turno formalizó por ‘Un Delito de Tráfico Interno de Arma de Fuego’ a Ángel Panizza, el residente de la casa desde donde luego se comprobó que salió el disparo, pero a pesar del arsenal de armas de caza incautado, no se halló el arma homicida ni se pudo comprobar que Panizza fuera el autor material.

Desde aquel lejano 22 de febrero hasta hoy, cuando se pregunta por los avances del caso, se recibe la tan conocida respuesta de los mostradores judiciales: “Se sigue investigando”, una muletilla destinada a calmar la ansiedad y los reclamos de los periodistas, los defensores de las víctimas y en ocasiones de las propias víctimas.

En setiembre de 2020 los familiares de Plef decidieron presentar el caso ante la Comisión de Derechos Humanos de Diputados, la cual elevó el planteo a la Institución Nacional de Derechos Humanos.

Esta última solo podría intervenir en caso de que pudiera encontrar responsabilidad en la negligencia por parte de alguno de los organismos del Estado que intervinieron en la investigación.

Todas estas nuevas actuaciones parecen chocar contra la muralla levantada por la ausencia del arma homicida y por la muerte de Ángel Panizza, que es hasta el momento el principal sospechoso, y que falleció en mayo de 2019.

 

Los enigmas: la espera

Plef realizó su pintada el 15 de febrero y fue recién al otro día que volvió a la vivienda deshabitada que él había pintado, ubicada en rambla Ciudad de México  N° 5691, a sacar fotos de su obra. Llegó a las 14.41 de aquel sábado y lo ejecutaron de un tiro calibre 22 que le entró por la nuca a las 14.42.

Alguien o algunos lo estaban esperando, casi como si fuera una emboscada.

Una vecina comentó a Caras y Caretas que el día de la pintada sacó a pasear su perro como todos los días y vio a Plef pintando, se sintió molesta por la intromisión en propiedad privada, pero no habló con él y, según afirma, tampoco lo comentó con nadie.

Es sabido que los vecinos de las calles rambla Ciudad de México, Ciudad de París, Uspallata, Belastiqui y Ciudad de Guayaquil, entre otras, están conectados vía WhatsApp en un grupo denominado “Vecinos en Alerta”.

Según los vecinos con los que habló Caras y Caretas, nadie alertó de la situación de la pintada y la presencia de Plef.

La aparente indiferencia de los vecinos llama bastante la atención, no solo por la irritación que provocaría en ellos la presencia de un joven de apariencia bohemia pintando un muro en esa comunidad burguesa, sino porque la casa  donde se realizó la pintada era motivo de vigilancia por haber sido refugio de delincuentes e intentos de usurpación. No obstante, la actitud indiferente coincide con la de haber dejado tirado en la calle el cadáver de Plef desde las 14.42 hasta las 20 horas, cuando la Policía llegó al lugar alertada por un transeúnte, que vio el cuerpo a las 16 horas y pensó que era una persona dormida.

La indiferencia obedece en parte a que casi todos los vecinos consultados por esta revista, sin llegar a justificar el homicidio, lo primero que condenan es la presencia de Plef realizando una pintada en una vivienda deshabitada.

Pero no todos eran indiferentes, sin dudas, a Plef; algunos lo estaban esperando.

 

Las demoras

El cuerpo de Plef estuvo tirado con la cabeza ensangrentada durante cinco horas y veinte minutos, hasta que llegó la Policía y empezó a realizar las actuaciones pertinentes.

Se hicieron presentes unidades de ASSE y de Policía Científica y autoridades judiciales y se realizaron las primeras consultas entre los vecinos más cercanos.

Ciegos, sordos y mudos; nadie vio nada.

La Policía centró sus primeras actuaciones en obtener la filmación de alguna cámara.

El 17 de febrero sobre las 22 horas (26 horas después del hallazgo policial del cuerpo), luego de las pericias, se reconoce la identidad de Plef y el 18 se citó a sus familiares.

El 21 de febrero, cuatro días después del hallazgo del cuerpo, se realizó el allanamiento en la casa de Ángel Panizza.

Fuentes de la investigación comentaron a Caras y Caretas que la demora se debió a varios factores, pero sobre todo al celo profesional de solicitar todos los detalles que se entendían necesarios para allanar la vivienda por parte de la fiscalía y alguna dificultad para interpretar cómo actuar frente al nuevo Código.

Otras fuentes manifiestan que, en realidad, por las características del lugar donde se cometió el crimen se podrían haber allanado las dos casas habitadas, a un lado y otro de la deshabitada, permitiendo ganar tiempo. Otras fuentes indican que llevó un plazo quizás demasiado largo realizar la reconstrucción del crimen con base en las filmaciones obtenidas recreando la escena en 3D y comprobar que sin lugar a dudas la bala de un rifle calibre 22 fue disparada desde la casa de Panizza.

Otro hecho que llama la atención en la investigación es la preservación de la identidad de uno de los hijos de Panizza, un capitán de la Armada que ofició de médico naval, de destacada participación en los cuerpos de rescate en el mar, enviado en misión oficial a Teherán en setiembre de 2018, y que revistó en un cargo importante en el Hospital Militar.

Recién el 31 enero de 2020 por resolución N° 75.275/020 se le otorga el retiro voluntario de la fuerza para ser contratado como subdirector de la Red de Asistencia de Primer nivel de ASSE en mayo de ese año.

Nos llama la atención que a lo largo de todos los pasos que dio este cronista, incluso teniendo a la vista documentación oficial de los procedimientos, no se hace mención al historial laboral del Dr. Pablo Panizza, que en el momento de producirse el incidente en la casa de su padre revistaba como capitán (M) de la Armada Nacional.

 

Ángel Panizza

Panizza era un jubilado del Poder Legislativo de 77 años que padecía desde por lo menos hacía un año un cáncer, que sería finalmente la causa de su fallecimiento en mayo de 2019, tres meses después del crimen de Plef.

Vivía con su hijo, Alejandro Panizza, un diseñador gráfico e ingeniero en sistemas empleado de la empresa Artech GeneXus, quien en esa época vivía en la casa con su novia, ambos presentes el día del homicidio.

Varios vecinos del barrio comentaron a Caras y Caretas que Ángel Panizza era una persona conflictiva, de escaso vínculo con sus vecinos y que en más de una ocasión lo vieron salir a tirarles con un rifle de aire comprimido a las palomas.

La conflictividad en los vínculos personales es una cualidad que se reitera en los comentarios de algunos vecinos respecto al hijo de Panizza que vivía con él y entre funcionarios de Sanidad de la Armada, según confiaron a este cronista.

En el allanamiento se le incautaron cinco armas largas de fuego y una de aire comprimido, así como munición y equipo propio de quienes se dedican a la caza. No hallaron el arma que disparó la fatal bala 22, aunque se encontraron dos de estas balas “vivas”.

Fuentes de la investigación comentaron a este medio que en los estudios de los ángulos de tiro hallaron, en un portón del fondo de la casa de Panizza, una suerte de mirador por donde comprobaron se introdujo el rifle 22 que eliminó a Plef.

Sin dudas, Ángel Panizza se llevó a la tumba los motivos y las circunstancias de la muerte del joven artista y aunque quizás el autor material siga siendo una incógnita por un buen tiempo, la verdad no anda lejos.

 

17 llamadas

El sábado en la tarde de aquel febrero, el cuerpo de Plef estuvo tirado ya muerto varias horas, en lo que parecía ser una desierta calma estival, con gente distraída disfrutando de playa Verde o de paseos por la rambla.

A las 20 horas y pocos minutos, cuando la Policía interrogó a Alejandro Panizza, este manifestó no haber escuchado ni visto nada.

Sin embargo, fuentes de la investigación comentaron a Caras y Caretas que en la vivienda de los Panizza entre las 14.40 y las 20 horas, el clima era otro.

14.57, 16 minutos después de que Plef fuera ultimado, Alejandro Panizza se comunicó telefónicamente con su hermano Pablo y tuvieron entre ellos 17 llamadas, algunas con lapsos de breves minutos entre una y otra, reiterándose las comunicaciones entre las 14.57 y las 20.35.

La frecuencia de las comunicaciones entre los dos hermanos fue ese día -según las pericias- muy excepcional porque habitualmente no era muy fluida. De hecho casi no se habían comunicado durante buena parte de enero y febrero. El otro elemento que llamó la atención es que durante esas llamadas, Alejandro salió de su casa a las 19.28, llamando cuatro veces a Pablo, realizando dos paradas a pocas cuadras de su vivienda; una desde la calle Hernani y otra desde la calle Michigan, para retornar a su hogar a las 20.07, volviendo a llamar a Pablo.

La última comunicación entre los hermanos Panizza fue a las 20.35, cuando la Policía se hallaba en el lugar.

 

Litigios

La casa que Plef pintó luce la inscripción “María Mercedes” y se encuentra en sucesión y bajo el resguardo de uno de los herederos, Miguel López, que habita la vivienda contigua a la casa que pintó Plef.

Hasta esa casa llegó un día Luis Sarazola.

Luis Sarazola es una persona de 65 años que se dedica la investigación de declaraciones de herencias yacentes, y así ubicó probablemente y se interesó en la propiedad lindera entre López y Panizza, salvo que este último le diera el dato, fruto de una relación personal.

Sarazola tuvo notoriedad pública en las redes por sus comentarios de ultraderecha, reivindicándose como exmiembro de la JUP y exintegrante de la Armada Nacional.

En una oportunidad se presentó ofuscado en el despacho del diputado Gerardo Núñez, intentado hallar a los responsables de la lista 205 que habían pintado el muro de una de sus propiedades.

El diputado Núñez y el entonces senador Juan Castillo lo denunciaron penalmente por haberle dicho a la secretaria de Núñez: “Ya mataron a uno por andar pintando muros y fue un compañero mío el que le disparó a Felipe”.

Sarazola negó la acusación y se encargó de denunciar por difamación a cuanta persona en las redes se hizo eco de la denuncia de los legisladores comunistas, llegando a denunciar a la misma Carolina Cosse, candidata a la interna frenteamplista por aquel entonces.

Lo cierto es que el litigio entre Sarazola y López, heredero y custodio de la casa deshabitada donde mataron a Plef, llegó a los despachos de la Policía por acusaciones y amenazas cruzadas entre ellos.

Incluso Sarazola, esgrimiendo su condición de profesional competidor en el polígono de tiro, se permitió concluir ante la Policía, analizando los informes de prensa, que la bala que mató a Plef provino de la vivienda de López, extremo que la pericia balística descartó.

Caras y Caretas se comunicó con Miguel López, que se negó a dar más detalles sobre este litigio y su relación con Panizza.

¿Si Sarazola fuera el autor material del homicidio, como se denunció en las redes, cómo disparó desde adentro de la casa de Panizza?

Sarazola, según fuentes de la investigación, se hacía presente asiduamente en la casa de rambla Ciudad de México N° 5691 y es claro, por sus dichos, que le generan molestia las pintadas de izquierda. Sabe manejar armas y le fue recomendada una pericia psiquiátrica y consta con algunos antecedentes por amenazas.

Sin embargo, está comprobado que el tiro lo realizaron desde la vivienda de Panizza.

¿Existía un vínculo entre Ángel Panizza y Sarazola que le permitiera a este último usar el domicilio y apostarse como francotirador?

Vecinos comentaron a Caras y Caretas que Ángel Panizza realizó, en esa campaña electoral, una pintada en la calle de la lista 15 del Partido Colorado, colectividad en el cual militó Sarazola, denotando cierta afinidad política, y seguramente compartiendo la campaña “Vivir sin miedo”, exigiendo mayor seguridad de corte represivo. Panizza, de 77 años, y Sarazola, de 65, pertenecían casi a una misma generación.

Sarazola había integrado la Armada, oficio vocacional dentro de la familia de los Panizza.

¿Fue la presencia de Sarazola un elemento que distrajo la investigación?

Lamentablemente, esta nota la debemos terminar como la del año pasado.

En las condiciones en que fue asesinado Plef, solo pueden existir -pero auguramos que la Justicia no lo permitirá- silencio e impunidad.

Sería un buen síntoma de salud, para el cuerpo de la sociedad, que quienes saben digan.

Nosotros sabemos que saben.

Ya pasaron dos años.

Ya está.

***

Cronología

16 de febrero de 2019

14.41. Plef llega y saca fotos de la pintada.

14.42. Plef cae muerto de un disparo en la nuca.

14.57. Primera de las 17 llamadas entre familiares de Panizza.

16.00. Un transeúnte ve el cuerpo caído de Plef.

20.00. El mismo transeúnte llama a la Policía.

22.06. Arriba ambulancia de ASSE.

22.30. Se hace presente Policía Científica.

17 de febrero de 2019

Identifican el cuerpo como correspondiente a Felipe Cabral (Plef).

21 de febrero de 2019

Allanamiento y detención de Ángel Panizza.

22 de febrero de 2019

Procesamiento de Ángel Panizza por Tráfico Interno de Armas de fuego.

Mayo de 2019

Fallece Ángel Panizza

Febrero de 2020

Siguen sin determinarse por parte de la Justicia las responsabilidades de autoría y coautoría en el homicidio de Felipe Cabral (Plef).

 

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