México por fin logró vender su avión presidencial a Tayikistán, un país poco conocido entre la población mexicana, pero cuyo nombre ahora protagoniza los titulares de los medios más importantes del país. El dinero recaudado, según el presidente López Obrador, se invertirá en gasto social en el sector salud.
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El gobierno tayiko concretó el trato por un precio de 1.658 millones de pesos, es decir, cerca de U$S 92 millones.
Después de varios intentos fallidos de vender el avión, el presidente de México propuso rifarlo y organizó una venta de boletos entre empresarios y público en general que, finalmente, no prosperó. Otra propuesta fue que se integrara como parte de la flota para una eventual aerolínea comercial controlada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o que fuera rentado para fiestas, bodas o fiestas de quince años.
Al final, logró venderse a este país que fue una de 15 repúblicas que constituyeron la Unión Soviética, disuelta en 1991.
Sin embargo, al cerrarse el acuerdo, quedaron algunos detalles pendientes, que fueron aclarados por el director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) de México, Jorge Mendoza Sánchez, quien además detalló cómo fue el proceso de compraventa de la aeronave, la cual, según el presidente López Obrador, es un símbolo de la corrupción de los Gobiernos que lo antecedieron.
Caudillo de la independencia
El avión presidencial lleva el nombre de José María Morelos y Pavón, uno de los caudillos más importantes de la independencia de México.
Es un modelo Boeing 787-8, con capacidad para 80 pasajeros. De acuerdo con el director general de Banobras, es un prototipo de una línea especial que realizó la empresa de aeronáutica, por lo que no fue empleado por aerolíneas comerciales.
Se fabricó en 2010 y fue adquirido en 2012 por el Gobierno mexicano, que en esa época encabezaba Felipe Calderón. Sin embargo, se utilizó hasta el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Tiene 1.759 horas de vuelo y se equipó para uso ejecutivo. Entre los diversos menesteres con los que cuenta la aeronave están una suite presidencial —con una caminadora, recámara propia y sala de juntas—, internet de alta velocidad y dormitorios con baños propios.
El costo del avión según el tipo de cambio de aquella época fue de más de 2.931 millones de pesos (alrededor de 217 millones de dólares).
De este presupuesto, 1.567,02 millones de pesos (U$S 114,61 millones) son de la aeronave, 1.055,91 millones de pesos (U$S 79,38 millones) para el equipamiento de la cabina y 308,32 millones de pesos (U$S 3,01 millones) para refacciones y accesorios.
A la hora de la venta, señaló el director general de Banobras, el valor comercial fue determinado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales de México (Indaabin). Para este año, el costo de la aeronave era de 1.657 millones de pesos (aproximadamente U$S 91,5 millones).
(Sputnik)