La publicación, realizada por por la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP) de la ONU, señala que el peso de la evidencia apoya “más allá de la duda” que el gobierno de Israel es culpable de imponer un “régimen de apartheid sobre los palestinos, lo que equivale a la comisión de un crimen contra la humanidad”. Un régimen de apartheid refiere a la aplicación de políticas y prácticas de discriminación racial y segregación practicadas en África meridional y se aplica a aquellos “actos inhumanos cometidos con el fin de establecer y mantener la dominación por un grupo racial de sobre cualquier otro grupo racial de personas y oprimiéndolos sistemáticamente”.
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«El análisis de este informe se basa en el mismo cuerpo del derecho internacional de los derechos humanos y principios que rechazan el antisemitismo y otras ideologías racialmente discriminatorias”, aseguran los autores en el resumen ejecutivo del informe.
En el informen critican consideran que la fragmentación estratégica del pueblo palestino es el principal método por el cual Israel impone un régimen de apartheid y crítica la legislación israelí, la distribución de tierras y la “ingeniería demográfica”.
Debido a que el apartheid configura un crimen contra la humanidad, «la comunidad internacional, especialmente las Naciones Unidas y sus agencias y los estados miembros, tienen la obligación legal de actuar dentro de sus capacidades para prevenir y castigar los casos de apartheid», señala el informe.
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