La tradicional Marcha a Masoller cumplió 20 años y reunió a la plana mayor del Partido Nacional, con fogón, guiso y baile popular hasta altas horas. Pero entre bombachas de campo y discursos solemnes hubo una gran ausente: Valeria Ripoll, excandidata a la vicepresidencia por la Coalición Republicana (CORE).
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“Volveré”
La dirigente nacionalista se sinceró en Instagram y explicó que esta vez no pudo decir presente en el tradicional acto nacionalista:


“Me están preguntando muchos por qué no fui a Masoller. No siempre se puede, problemas de locomoción y otros gastos que son prioridad te limitan”.
Ripoll aseguró que la marcha hacia Masoller es “preciosa” y que aprendió a disfrutarla de la mano de los blancos. “El año pasado en campaña pude participar, este no se pudo. Ya volveré”, prometió.
Guiso y aplausos
En contraste, Álvaro Delgado y Luis Lacalle Pou se hicieron presentes. El primero bajó línea: “Venir a Masoller es un acto de fe”, dijo, recordando a los paisanos de Saravia que dejaron la vida por la Constitución. El segundo prefirió el fogón: se lo vio degustando un guiso popular, cuchara en mano, en plan paisano gourmet.
La jornada incluyó almuerzo en La Casona, campamento, actividades folclóricas y un baile que se extendió hasta la noche. Todo muy épico, salvo por el detalle de que a la exdirigente comunista devenida nacionalista la frenó la misma barrera que a cualquier mortal: el precio de la nafta.