El triunfo de Axel Kicillof y la coalición Fuerza Patria, en este contexto, adquiere una doble lectura, por un lado, es una derrota contundente de la derecha unificada que apoya a Milei, y por otro, constituye una reafirmación del liderazgo bonaerense dentro del peronismo, incluso frente a tensiones internas con figuras como Cristina Fernández de Kirchner.
A pesar de las diferencias con Cristina respecto a la estrategia electoral —ella había pedido unificar las elecciones en octubre, mientras que Kicillof decidió desdoblarlas—, el gobernador logró consolidar su figura con una gestión provincial marcada por la cercanía con la ciudadanía.
“El triunfo es de Axel y de un equipo que camina al lado del pueblo”, remarcó Elbaum. Para el sociólogo, esa construcción territorial, en medio de una crisis económica alimentada por la falta de transferencias del gobierno nacional, fue determinante para el resultado.
Kicillof indudablemente sobresale como un referente para el movimiento nacional y popular. Sin embargo, Elbaum advierte que el propio gobernador mantiene su compromiso de terminar el mandato provincial y evita, por ahora, asumir abiertamente un rol de candidato presidencial para 2027.
Una derrota que desnuda a La Libertad Avanza
Consultado sobre cómo procesa Milei este revés, Elbaum afirmó que: “El fascismo siempre redobla la apuesta. Lo vimos en Mussolini, en Hitler, en Trump. Milei hará lo mismo”. Según su visión, el presidente no modificará el rumbo económico, lo que augura una profundización de la recesión, la destrucción productiva y la miseria social.
Ese escenario, sumado a la volatilidad cambiaria tras el freno artificial al dólar, abre un panorama de creciente conflictividad. “Ya se está incrementando la oposición del pueblo argentino y esto se va a reflejar de acá a las elecciones legislativas nacionales de octubre”, aseguró.
Uno de los ejes más fuertes del diagnóstico de Elbaum es la incompatibilidad cultural de Milei con la identidad argentina. “Milei no se parece a los argentinos. No tiene nada que ver con el espíritu ni con la cultura de nuestro país”, subrayó. Para el sociólogo, su ascenso fue consecuencia de una doble frustración. Primero, el gobierno de Mauricio Macri; luego, la “traición” de Alberto Fernández, que, según dijo, incumplió el mandato popular otorgado por Cristina Kirchner. Ese desencanto abrió espacio a un experimento con un líder outsider.
“Lo que ya está viendo la sociedad es que Milei ofrece algo infinitamente peor. La gente está volviendo a orientarse hacia proyectos comprometidos con América Latina, con la producción nacional y con la autonomía frente al Departamento de Estado”, analizó.
Escenarios de crisis y la posibilidad de un final anticipado
En este contexto, Elbaum no descartó que Milei pueda ser destituido antes de terminar su mandato. Argumentó que el presidente muestra una inestabilidad emocional preocupante y que su entorno —incluida su hermana Karina— comparte esa fragilidad.
“El nivel de desequilibrio es elocuente. Se abre un canal de crisis en la gobernabilidad argentina que no es solo económico, sino también político”, advirtió. En esa línea, planteó un escenario en el que el Congreso convoque a una asamblea legislativa para llevar adelante un juicio político que remueva tanto al presidente como a su vicepresidenta, habilitando un gobierno de transición hasta las elecciones de 2027.
El sociólogo también se refirió al escándalo de las coimas que involucra a Karina Milei, calificándolo como la confirmación de lo que “algunos ya sabían”, la derecha argentina, pese a proclamarse defensora de la honestidad, ha estado históricamente asociada a la corrupción.
“No hay facción política más corrupta que el fascismo. Siempre hablan de la transparencia, pero son los que protagonizan las mayores estafas”, señaló. En esa línea, recordó el caso del “Libra” y otros escándalos que están comenzando a ser investigados en el Congreso.
Según Elbaum, Milei atraviesa un proceso de aislamiento político que agrava su debilidad. Diversos sectores que lo apoyaron en los inicios ya se alejaron de La Libertad Avanza. Gobernadores que en su primer año y medio le dieron respaldo ahora toman distancia para no hundirse junto con el presidente.
“Los primeros que abandonan el barco son las ratas que lo apoyaron. Eso está sucediendo sin duda”, expresó Elbaum.
Para él, este retiro de apoyos anticipa un deterioro acelerado de la base política de Milei. “Todo indica que este gobierno nos está llevando a una crisis social. Y es ahí donde nos quiere llevar indudablemente”.
La victoria del peronismo en Buenos Aires, lejos de ser solo un triunfo provincial, se convierte en el primer capítulo de un cambio de ciclo político que podría definir el futuro inmediato de la Argentina.