Donald Trump asumió oficialmente como 45º presidente de los Estados Unidos. “Conciudadanos, y pueblos del mundo, gracias”, con estas palabras Trump inició su primer discurso presidencial. Sus palabras estuvieron dotadas de un fuerte componente ideológico, nacionalista y católico. Con ellas Trump defendió su nuevo ideario basado en el proteccionismo económico. “Sólo vamos a dedicarnos a EEUU. ¡EEUU primero!. Cada decisión sobre el comercio, inmigraron, asuntos exteriores se tomarán para beneficiar a los estadounidenses”, expresó el magnate. Trump agradeció a Barack Obama y a Michelle Obama la ayuda que les han prestado a él y a su mujer en la transferencia del poder. “Han sido increibles”, afirmó. “Hoy no sólo hay una transferencia de poder de un gobierno a otro, sino que estamos transfiriendo el poder de Washington y os lo estamos devolviendo a ustedes”, añadió. El presidente estadounidense quiso destacar el gran cambio que representa su investidura para los trabajadores estadounidenses, los cuales, según él, han visto enriquecerse a unas pocas élites del país mientras su realidad no ha experimentado cambios. “Washington floreció, pero el pueblo no compartió esa riqueza” subrayó. “Somos una nación y el dolor de ellos es nuestro dolor. Nuestro éxito será su éxito”, afirmó. Criticó que “por muchas décadas hemos enriquecido a los industriales extranjeros en vez de a los nuestros. Defendíamos la frontera de otros y no defendíamos nuestras fronteras. Hemos enriquecido a otros países cuando la riqueza de nuestro país se disipaba en nuestro horizonte”, expresó. “La riqueza de los estadounidenses se ha extraído de sus hogares y se ha repartido en el mundo entero” añadió. En este sentido, hizo referencia a las fábricas “cerradas como tumbas” y a un sistema educativo rico en recursos, pero que no da formación efectiva a los estudiantes. “Esta carnicería estadounidense se detiene hoy y se detiene en este momento” sentenció. Por ello, prometió que “devolveremos las empresas, devolveremos la riqueza y vamos a devolvernos los sueños”. En este sentido, anunció la máxima que debe regir durante su legislatura consistente en “comprar a estadounidenses y contratar a estadounidenses”. Así, Trump anunció que “la base de nuestra política será la lealtad a EEUU y así vamos a descubrir la lealtad que nos tenemos mutuamente”. “Cuando abrimos nuestro corazón al patriotismo, no hay lugar para el prejuicio”, sentenció. Más allá del color de piel “todos tenemos la misma sangre roja de los patriotas. Todos disfrutamos las libertades gloriosas y tenemos la misma gloriosa bandera estadounidense”. En referencia a la política exterior, el mandatario afirmó que buscarán la amistad y la convivencia con otros pueblos, pero partiendo de que cada país tiene derecho a primar sus propios intereses. También prometió combatir duramente al terrorismo y acabar con el Estado Islámico. “Juntos vamos a hacer que EEUU vuelva a ser una gran nación”, concluyó.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARME