En blanco y negro, con aires sensuales, y simulando un anuncio publicitario aparece la ministra de Justicia israelí, Ayelet Shaked, en un vídeo electoral en el que se rocía con el perfume Fascismo y arremete contra el sistema judicial, prometiendo un cambio ante las elecciones generales legislativas del próximo 9 de abril.
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“Reforma judicial, reducción de activistas, nombramiento de jueces, gobernanza, separación de poderes y moderación de la Corte Suprema”, son la esencia del perfume llamado Fascismo que “huele a democracia” para la ministra de Justicia y candidata a las próximas elecciones israelíes junto al titular de Educación, Naftalí Bennett, al frente de la reciente formación Nueva Derecha.
Shaked enumera algunas de las propuestas que ha hecho durante sus años en el cargo, en los que se ha opuesto en numerosas ocasiones a las decisiones y funcionamiento del sistema judicial, y que le han valido varias críticas.
Con frialdad de funcionaria israelí dirige un mensaje al votante: “A mí me huele a democracia”.
Como la publicidad política en la televisión solo está autorizada dos semanas antes de los comicios, los partidos están usando sobre todo las redes sociales para hacer campaña.
“El cambio está en camino”, promete al final del vídeo difundido anoche que hoy está generando polémica en el país, donde no todos lo han entendido.
Shaked encarna una de las aristas más radicales en el Ejecutivo saliente, sostenido por hasta seis partidos conservadores, de extrema derecha y ultra religiosos, considerado el más derechista en la historia de Israel. Ingeniera informática afincada en Tel Aviv, no participa de la ortodoxia religiosa judía. Está casada con un expiloto de la Fuerza Aérea y es madre de dos hijos. Siempre activa en las redes sociales y los debates en televisión, muestra una imagen política de modernidad al tiempo que se declara ultraconservadora y contraria al proceso de paz con los palestinos.