La Comisión Especial de Deporte de la Cámara de Senadores recibió este jueves a representantes del Club Nacional de Fútbol y del Club Atlético Peñarol, para intercambiar sobre la situación de violencia en el fútbol en general y promover soluciones a la mismas. En este marco, el abogado y dirigente de Peñarol, Jorge Barrera, aseguró que existen acciones auspiciosas para erradicar la violencia en el fútbol, pero los mismos deben perfeccionarse. “Hay un objetivo que todos compartimos, que es combatir y erradicar la violencia. No hay que discutir el qué, sino el cómo, en el qué estamos todos de acuerdo. Peñarol ha hecho una inversión importantísima para el Uruguay y para el mundo, en tener el primer estadio FIFA y todo lo que acerque a la familia al fútbol será bienvenido”, afirmó Barera, en un breve diálogo con la prensa. Barrera valoró que las medidas de prevención contra la violencia se deben seguir perfeccionando y que se debe trabajar en ellas desde el punto de vista administrativo, y “no pensar que sólo a través de las normas penales va a venir la solución de los problemas”. “Normas hay y en caso de alguna infracción hay que cumplirlas”, dijo Barrera. El dirigente destacó que Peñarol conformó una Comisión de Seguridad muy profesional, presidida por el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Ruibal Pino, e integrada por los ex policías César Insaurralde y Horacio Zuagg, quienes tienen una trayectoria importante en la ejecución de políticas de seguridad en el Ministerio del Interior. Esta Comisión tiene una autonomía tal que le permite para entablar contacto con la Comisión de Seguridad de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y el Ministerio del Interior para, entre todos, buscar las soluciones que el fútbol requiere, dijo Barrera. En este sentido, Barrera afirmó que el resultado obtenido en la primera fecha del campeonato fue “auspicioso”, pero “esperamos que se potencie”. “Seguramente, las cámaras (de reconocimiento facial) van a contribuir para que ese resultado se potencie”, expresó Barrera. Sobre las críticas al modelo de venta de entradas presentadas por palquistas y butaquistas del estadio Campeón del Siglo, Barrera dijo que “siempre hay que perfeccionar el sistema”. Estos hinchas piden tener un sistema más ágil porque ya están individualizados, y esas críticas “nos preocupa y nos ocupan”, pero “en términos generales se cumplieron las expectativas”, agregó. Asimismo, afirmó que la mejor solución al derecho de admisión “es que se regule” en base a un mecanismo que contemple la conjunción que tiene que existir en un Estado democrático entre la eficiencia y las garantías, entre la seguridad y la libertad. “El tema central es que haya normas claras para que se logre la eficacia y que existan garantías individuales y que se defina como se determina. Una cosa es quien determina y otra es quien ejecuta, evidentemente los clubes no lo podemos ejecutar (el derecho de admisión)”, afirmó. Y valoró que Peñarol ya entregó una lista de hinchas violentos que no pueden ingresar a los partidos. “A nosotros se nos pidió (esa lista) y cumplimos”, dijo Barrera. Entradas a los barras Por su parte, la delegación de Nacional estuvo integrada por el abogado y ex dirigente, Victor Della Valle, quien asesora al club en materia de seguridad. Antes de la reunión, Della Valle concedió una entrevista al programa 100% Deportes de Radio Sport 890, en el cual reconoció que desde tiempo inmemorial los clubes otorgaban entradas a los hinchas y que quien diga lo contrario “miente”. Incluso, reconoció que en alguna oportunidad tuvo que “transar” con la barra del club para evitar que existieran problemas en la tribuna. «Yo fui dirigente y transé con la barra en determinado momento y con muy buen éxito porque por muchos años Nacional no tuvo ningún problema. Pero como todo cambió y se fue de cauce hay que tener otras normas. No se puede transar con delincuentes, se puede transar con gente que quiera colaborar», expresó Della Valle. Y contó detalles de esa situación: “Era la presidencia de Ceferino y se entendió no darle más entradas a la barra. Se armó un lío de la gran siete. Había como 300 personas en la puerta de la sede queriendo hablar con la directiva, amenazando, nadie quería salir y como yo conocía a alguno de ellos por mi profesión salí a hablar. Y plantearon que siempre les dieron entradas. Yo les dije a los dos referentes: ‘Ustedes son los encargados de esto, nosotros les vamos a dar un dinero para que compren entradas y se manejen. Si mañana cae un pedregullo ustedes son los responsables’. Y eso funcionó. Pero cambiaron las reglas de juego y se perdió el respeto por los referentes de las barras. Hoy día cualquiera está armado y por eso hay que ponerle un fin”.
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