El fiscal de Homicidios Juan Gómez dijo, este viernes, que existen evidencias suficientes para configurar una “certeza responsable” de que W.P.P., es el responsable del homicidio de la niña Brissa González, de 12 años, y anunció que la Fiscalía perseguirá “una condena abultada” en el juicio oral. Este jueves, el juez Penal de 44º Turno, Ricardo Miguez, dispuso la formalización de un proceso contra W.P.P. por la presunta autoría de un delito de homicidio muy especialmente agravado, por su presunta responsabilidad en el secuestro y muerte de Brissa. El magistrado estableció una medida cautelar de privación de libertad por 180 días (seis meses), mientras se sustancia la investigación sobre el crimen. En esa instancia, el fiscal presentó la carpeta de investigación, con diversas evidencias sobre la presunta participación de W.P.P. en el crimen de la niña y logró la prisión preventiva. “Tenemos un caso muy sólido pero en este tiempo queremos seguir juntando toda la evidencia posible”, afirmó Gómez, al portal web de la Fiscalía. En este sentido, “la Fiscalía tiene la certeza responsable de estar frente al autor del delito por múltiples elementos que obran en su poder y va a perseguir una condena abultada en el juicio”, aseguró Gómez. En este caso, el imputado enfrenta una posible pena de entre 15 y 30 años de penitenciaria, en virtud de los agravantes específicos previstos en el artículo 312 del Código Penal, entre ellos, que el homicidio se haya cometido “con impulso de brutal ferocidad, o con grave sevicia” y/o “inmediatamente después de haber cometido otro delito, para asegurar el resultado, o por no haber podido conseguir el fin propuesto, o para ocultar el delito, para suprimir los indicios o la prueba, para procurarse la impunidad o procurársela a alguno de los delincuentes”. El crimen también podría encuadrar dentro del agravante específico de femicidio, es decir, homicidio “contra una mujer por motivos de odio, desprecio o menosprecio, por su condición de tal”. La norma –de reciente creación- establece como presunción de la existencia de un móvil de odio, desprecio o menosprecio que “previo a la muerte de la mujer el autor hubiera cometido contra ella cualquier conducta que atente contra su libertad sexual”. El exámen forense primario indica que la niña habría sido abusada sexualmente y muerta por asfixia. Las evidencias Tras la formalización del proceso, el fiscal Juan Gómez tiene un plazo de 30 días para presentar su acusación. Posteriormente, la defensa contestará la imputación y se realizará la audiencia de control de la acusación, en la cual la Sede y las partes definirán que pruebas se diligenciarán durante el juicio oral. En esa instancia, se definirá la responsabilidad de W.P.P. en el crimen. Al tratarse de un homicidio necesariamente se debe tramitar por juicio oral, ya que por disposición de la Fiscalía General de la Nación estos casos están excluidos de la posibilidad de proceso abreviado o suspensión condicional del proceso. Durante el juicio oral se diligenciarán las diversas pruebas presentadas por las partes. En la audiencia de formalización, el fiscal Gómez presentó una carpeta con una seria de evidencias, entre ellas, el cuerpo de la niña fue encontrado a pocas cuadras de su casa y que el hombre tenía antecedentes penales por atentado violento al pudor. Además, se presentó las imágenes de las cámaras de seguridad del sistema de videovigilancia del Ministerio del Interior y de empresas privadas (entre ellas, una panificadora) que ubican a W.P.P. y su auto -un Renault Laguna bordo- en la zona en que desapareció Brissa. Según dijo Gómez a Caras y Caretas Portal mediante las imágenes de las cámaras de seguridad “se reconstruyó con exactitud” el ingreso y salida del vehículo de Montevideo. Sobre las 6:40 horas del lunes, las cámaras de seguridad del Peaje de Pando detectaron su pasaje con destino a Montevideo. Sobre las 7:37 horas las cámaras de una panificadora que muestran a la niña caminando por la calle; por esa hora, se detecta que el auto realiza dos pasajes por esa zona; en el segundo pasaje, el auto detiene su marcha y transita en reversa entre 30 y 40 metros (en ese momento, la niña camina por la calle tras perder el ómnibus). Sobre las 7:43 horas, el auto es nuevamente divisado por otra cámara, en la cual se visualiza en forma borrosa lo que parece ser la imagen de una persona en el asiento del acompañante. La presunción es que era la niña Brissa, que fue “coaccionada o engañada” subió al vehículo. La presencia de un acompañante en el auto se clarifica sobre las 7:48 horas, cuando en el trayecto por Carreras Nacionales se obtienen una serie de imágenes nítidas del vehículo, su matrícula y detalles particulares (como pegotines) y una imagen clara de una persona en el asiento del acompañante. El vehículo retornó a Canelones por la ciudad de Pando y sobre las 9:03 horas se los visualiza en el balneario Villa Argentina. “La investigación fue a contrarreloj, cada media hora se me informaba de los avances y de los detalles que se obtenían, cómo por ejemplo, a qué hora y en qué lugar se lograba ubicar el vehículo”, destacó Gómez. Asimismo, el representante del Ministerio Público explicó que en este tiempo se espera tener los resultados de los exámenes de ADN sobre unas manchas de un color pardo rojizo (que podría ser sangre) y un mechón de pelo hallados en el vehículo del imputado, a cargo del Instituto Técnico Forense (ITF). El objetivo es para certificar o descartar que esos restos pertenezcan a Brissa. “Estas pericias están en curso”, dijo Gómez a este medio. Además, se procura encontrar la mochila y de otras pertenencias que Brissa tenía consigo al momento de desaparecer. Tampoco se descarta que durante el juicio se solicite una pericia psiquiátrica o psicológica al imputado.
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