Corría abril de 2020, hacía un mes que el Poder Ejecutivo había declarado la emergencia sanitaria y recurría a la ciencia para combatir una pandemia desconocida, cuando a la intendenta de Florida, Andrea Brugman, se le ocurrió apelar al misticismo para enfrentar a la covid-19. Brugman, que había sustituido a Carlos Enciso al frente de la comuna, entendió que lo mejor en ese momento era un acto de fe. Por lo tanto dispuso pasear por las calles de la capital departamental la estatua de San Cono.
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Es sabido que los floridenses son devotos de San Cono, ese santo italiano que llegó al departamento a mediados de 1870 llevado por inmigrantes italianos.
La devoción por San Cono llevó a muchos a pensar que el santo podía combatir el mal. Brugman se lo tomó en serio.
Fue el 12 de abril, domingo de Pascua cuando los floridenses vieron a la imagen recorrer sus calles.
Según Florida24 se trató de la segunda vez en 135 años que la imagen salía de la Capilla sin ser un 3 de junio.
Fue también la primera vez en recorrer la ciudad sobre un vehículo ya que tradicionalmente se lleva a «hombro», agrega.
“La particular procesión enmarcada en la pandemia del coronavirus fue además trasmitida por Facebook Live en la cuenta oficial de la Intendencia”, señala Florida24.
Señalaba La Diaria que “la marcha la abría un policía en moto y la cerraba otro, para impedir cualquier intento de formar una caravana”.
“Que la gente no saliera a las calles y no se formara la amenazante caravana fue el pedido de la intendenta, Andrea Brugman, durante la semana, después de haber hecho saber que la comuna estaba planificando que san Cono saliera a las calles en una fecha y unas circunstancias atípicas”, agrega.
“Como era de esperar, hubo gente en las calles. Poca, pero hubo”, subraya.
Defensa de la idea
“En Florida la presencia de este santo trasciende ampliamente lo religioso”, explicó Brugman defendiendo la iniciativa.
Tal idea fue criticada desde otros sectores, en particular por el Partido Colorado, que la consideró una violación de la laicidad.
Para la intendenta “se trata de un símbolo que se relaciona de alguna u otra manera con sus devotos y con los no creyentes, desde lo histórico, desde el turismo que genera o la identificación barrial”.