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España: El círculo morado cumple cuatro años

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El 17 de Enero del año 2014 Podemos decía sus primeras palabras en el Teatro del Barrio de Lavapiés, por aquel entonces un barrio céntrico concurrido por los movimientos de la izquierda madrileña.

El nuevo partido, aunque encabezado por el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, Pablo Iglesias, contaba con otras figuras más o menos conocidas que provenían de los movimientos sociales, de los colectivos de barrio y de las asociaciones de universidad.

Todos habían pisado las plazas el 11 de Mayo del 2011, reclamando el final del bipartidismo entre el Partido Popular y el Partidos Socialista Obrero Español, y venían a convertirse, como le había sugerido la derecha más recalcitrante del país, en el partido que lograra instaurar una democracia real en el país.

Con más de 50.000 firmas en su web en un tiempo record, Podemos echaba a andar hacia las elecciones al Parlamento Europeo, en las que obtuvo un resultado totalmente inesperado: cinco eurodiputados. Sin sedes donde celebrar sus victorias, sin listas cerradas y con asambleas de debate abierto como fueron posteriormente Vistalegre I y Vistalegre II, Podemos comenzó a constituirse como un partido que se caracterizaba por ser diferente a los demás partidos, lejos de parecerse a ‘la casta’, en el que hacía política toda la gente.

Tras su primer año, y como fiesta de cumpleaños, 300.000 personas colapsaron la Puerta del Sol de Madrid el 31 de enero en la llamada Marcha del Cambio. Se estaban calentando los motores para las elecciones autonómicas, que llegarían en mayo del 2015: Madrid, Barcelona, Zaragooza, Cádiz y A Coruña se convirtieron en los conocidos Gobiernos del Cambio.

Cruzar las puertas del Congreso de los Diputados era la próxima meta, y el primer paso fue celebrar unas primarias para conformar la lista con la que el partido morado ocuparía escaños en el Parlamento. No fue un proceso sencillo, y el resultado fueron 69 diputados, 5 millones de votos y un largo camino por recorrer sin olvidar, como siempre aseguraron, que un pie ha de estar siempre en la calle, por mucha institución que se gane. Después de cuatro años siguen las batallas, el trabajo duro, los éxitos y los fracasos. A pesar de todo ello Podemos logró cambiar el panorama de un país para tratar de dibujar uno nuevo, y ese mérito no puede arrebatárselo nadie.

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