La escultura se reconoce al instante. No hay muchas entre las obras de su generación que lo consigan de esta manera tan poderosa. La figura plateada con forma de conejo inflable ocupó desde su creación hace 33 años portadas de revistas, catálogos y libros de arte. Este miércoles, Rabbit, la exuberante obra de Jeff Koons, fue vendida por 91,1 millones de dólares (81,3 millones de euros) en una subasta organizada por Christie´s en Nueva York, el precio más alto pagado por el trabajo de un artista en vida.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Rabbit era el lote estrella de la noche dedicada al arte de postguerra y contemporáneo. La imaginación engaña. La figura tiene un metro de altura, pero su apariencia sobre el pedestal es poderosa e imponente. Parece pesada y al mismo tiempo da la sensación de ser muy suave. Evoca con su forma limpia y sin gestos la diversión. Es como un chiste fácil y punzante, que refleja las contradicciones y ironías del arte mientras se come una zanahoria.
El célebre conejo de Koons forma parte de una serie de tres esculturas que creó en 1986. Como en el caso del Monet la noche antes en Sotheby´s, fue adquirida por alguien que estaba entre el público. Horas después, se reveló que era el marchante de arte Robert Mnuchin, padre del actual secretario del Tesoro de EE UU. Superó en casi un millón de euros la marca que estableció el pasado noviembre, en la misma sala, la pintura Retrato de un artista (grupo de dos figuras), de David Hockney, por la que pagaron 80,5 millones. El veterano pintor británico arrebató en aquella ocasión el primer puesto a Koons, que entonces lo ostentaba por la venta en 2013 de Balloon Dog (Orange) por 52,1 millones.