Por Gorostiaga -“Que sí, que no, que nunca te decides, tú sabes lo que quiere, pero nunca se lo dices”. -¿Y eso? -No me dirá que no se acuerda. -¿Acordarme? ¿De qué? -Estoy tarareando el inolvidable estribillo de El Símbolo, que inundó los bailongos de comienzos de los años 90. -Pero Borges, al comienzo de los 90 yo estaba cambiando pañales. No sé ni qué cosa es el símbolo ese. Mejor dediquémonos a lo nuestro. -¿Lo nuestro? -La información, Borges, la información. -Ah, sí, si usted lo que quiere, es eso, algo le puedo dar. Por ejemplo, ¿le interesa saber cuáles son los nombres independientes que Mujica le planteó a Danilo en la reunión que ambos mantuvieron en la sede del Ministerio de Economía? -Sí, claro. -Bueno, yo le cuento lo que me dijeron mis amigos usualmente bien informados. Primero, Danilo quiere ser presidente, pero no tiene sex appeal, como dijo alguna vez Mujica. Tiene pinta de estadista, usa sobretodo, tiene el pelo blanco, sabe un lote de economía, no usa muletillas y hasta tiene una patrona rubia…, pero no, la banda no se la pondrá porque no lo llevan “la barra”, las bases, ni el Plenario ni, muy probablemente, la mayoría del pueblo uruguayo. Así que ese sueño, por demás justo, quedará allí latente por siempre jamás. -¿Tan así? -Como que me llamo Borges y me gusta el Campari. Literalmente, “el sueño de los justos” -¿Campari? Qué fineza… -He brindado con cosas peores. En fin, continúo. Pepe se sentó en las poltronas del Ministerio de Economía y le dijo al veterano economista: “Mirá Danilo, vos me caes bien, pero la barra mía y la barra ampliada no te llevan ni a la esquina. Tampoco llevamos a Daniel Martínez, quien tiene unas ganas bárbaras, y hasta en las encuestas le va muy bien, pero hasta ahora parece que sólo lo llevan la mitad del Partido Socialista y Constanza. Yo creo que tiene que ser un independiente, es decir, un frenteamplista sin partido, y propongo a la que a mí me gusta, Carolina Cosse”. -¿Y Astori? -Danilo hizo un rictus, levantó los ojos por sobre el armazón de los lentes e hizo silencio. Tomó la Pilot que tiene sobre el escritorio y escribió “¿Opciones?”. -¿Opciones puso? -Podrá creer, escribió opciones. Y Pepe ofreció la posibilidad de que el ministro de Economía le propusiera alguno. -Y si no tuviera ninguno en la valija… -Como te digo una cosa, te digo la otra; Pepe tiene otro. -¿Y? ¿Me muero de la ansiedad? Largue, largue. -Es de Peñarol. -¿Barrera? -Nooo. Es frenteamplista, pero no está sectorizado. -¿Tabárez? -No, no, qué se va a meter Tabárez en estas lides. Le doy otra pista: dedicó buena parte de su vida a los jubilados y ahora se desempeña en el universo de los activos. -¿Ernesto Murro? -El mismo; Pepe le dijo que él ve a Murro con muchas posibilidades, que lo lleva casi todo el Frente, que ha demostrado ser buen gestor, que es medio cascarrabias, pero tiene marcha atrás, que es indudablemente un compañero y que llevaría el programa del Frente adelante con unidad en la diversidad. -¡Tsunami de pasividades!!! ¿Y Astori? -Bueno, imagínese. Tomó su bolígrafo Pilot nuevamente y escribió con trazo firme: “Otro”. -¿Y? -A Pepe se le estaba acabando el tiempo y había puesto solamente una hora en el estacionamiento, así que apuró el tranco mientras terminaba el té que le habían servido. “Mirá, Danilo -le dijo-, lo que ves es lo que hay. Te tiré dos y ninguno te sirve, así no vamos a ningún lado”. “¿Y no tenés otro?”, preguntó el ministro. -¿Y? -“Dale, Flaco, no te viene bien nadie; si me apretás, siempre tengo uno, pero los que me gustan son esos dos. Ahora le toca jugar a usted”, remató Pepe. Dicho esto, se levantó, saludó y se tomó los vientos. -¿Usted está seguro que la conversación fue en estos términos? -Como que me llamo Borges. -¡Tsunami de certezas!!! Talvi: el ají colorado -“[Ernesto] Talvi no va a estar arriba de un escenario gritando: ‘Vivan los colorados’”, me confesó el secretario general del Partido Colorado, diputado Adrián Peña, quien es una de las personas más cercanas al economista liberal, futuro precandidato por esa colectividad. -¡Tsunami de confesiones!!! -Esto marca, Álvarez, un claro perfil diferente al caudillismo colorado: ir a todos los sitios del país, hacer discursos encendidos, en fin… A Talvi no lo va a ver recorriendo el barrio Las Láminas del departamento de Artigas hablando con los vecinos carenciados. -Usted sugiere un candidato de escritorio. -Bueno, digamos que un candidato “de charlas”, lejos de una profundización ideológica de las cuestiones. Más como el profe colorado que nos viene a explicar “cómo son las cosas” que un hombre de arenga. No se distancia mucho de su labor en la consultora Ceres, en rigor, en donde efectuaba sus mentados “Encuentros Ciudadanos” poniendo el foco en los asuntos más económicos. -Comprendo, Borges. -Esta visión o estilo de hacer política cayó como un potente ají en el resto de las agrupaciones del partido, en donde les hace arder la lengua para criticarlo. Por ejemplo, fustigan que “niegue su condición de colorado”, dijeron fuentes del sector Batllistas, que tiene como líder -pero no como candidato- al expresidente Julio María Sanguinetti. Dirigentes consultados dijeron que está “cada vez más” lejos la posibilidad de que esa agrupación apoye la candidatura de Talvi. -Ajá… -“Se parece cada vez más a [el presidente del Partido de la Gente Edgardo] Novick o [al presidente de Estados Unidos, Donald] Trump porque está desideologizado”, me comentó una de las personas más cercanas a Sanguinetti. -¡Pipetuás de comparaciones, Borges!!! -Y agregaron: “Él está pertrechado con sus técnicos”. -Ay, mamita, cuando el ají empiece a crecer. Legisladores atentos -Álvarez, le cuento que durante el pasado Consejo de Ministros, el presidente de la República le ordenó a los miembros de su gabinete que no exijan a los legisladores mayores partidas de dinero cuando concurran al Parlamento para explicar la Rendición de Cuentas en cada una de sus unidades, me confesaron fuentes oficiales. -¡Upa la nena! Porque es un clásico que los secretarios de Estado, en esta instancia, “le lloren la milonga” a los parlamentarios. -¡Exactamont! En este caso no ocurrirá por pedido del propio mandatario, ya que “no hay un peso” para aumentar el gasto, aunque los legisladores pueden realizar redistribución de los egresos contenidos en la iniciativa, algo que posiblemente ocurrirá dados los matices en cuanto a los sectores, dentro del propio oficialismo, respecto a la relación prioridades-financiamiento. -Está claro, Borges. ¿Y cuándo empieza el desfile de los integrantes del gobierno nacional por el palacio de las leyes? -Álvarez, la primera reunión será el próximo martes 10 en la comisión de Hacienda integrada con Presupuesto, cuando concurran las máximas autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas junto con los integrantes de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto a explicar el proyecto de ley.
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