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CON EL EMBAJADOR DE VENEZUELA, JULIO CHIRINO

“Cuando Nin Novoa me citó, yo fui. Me sorprende lo que dice”

El embajador venezolano en Uruguay, Julio Chirino, se manifestó sorprendido por las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, quien aseguró que no comparece ante la cancillería, a pesar de haber sido citado en varias ocasiones. En una entrevista con Caras y Caretas habló de los enemigos de Venezuela, de la situación de asedio a la que está sometido el país caribeño y de la amenaza que se cierne sobre su territorio si se concreta la intervención militar por parte de Estados Unidos.

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Por Mateo Grille

¿Cómo valora estos diez años de misión en Uruguay?

En las dos etapas que me ha tocado estar en la Embajada de Venezuela en Uruguay, una como agregado para Asuntos Internacionales y otra como embajador, se han sumado ya diez años de conocimiento de la realidad uruguaya, de interpretación de esta, y hemos tratado de contribuir a la mejor relación entre ambos países. Tenemos raíces comunes en términos históricos, religiosos, culturales. Y, naturalmente, también tenemos diferencias históricas, por ejemplo en construcciones políticas. Tenemos similitudes y diferencias, como cualquier pueblo del mundo, y trabajamos para entender las particularidades uruguayas y para contribuir al entendimiento de las particularidades venezolanas. Sabemos que Uruguay ha tenido una fortaleza importante en la construcción de formas políticas, más allá de las interrupciones dictatoriales. El caso venezolano es distinto respecto de esa construcción, y hemos tenido muchos baches. Basta decir que nuestra democracia nace en 1958, después de un proceso de exclusión de la izquierda y la división del poder en dos bandos, lo que se llamó el Pacto del Punto Fijo. Ante procesos tan distintos, la tarea que me tocó fue siempre tender puentes para contribuir a la comprensión de ambos pueblos en todos los niveles posibles. Constitucionalmente tenemos el mandato de contribuir a la integración latinoamericana, y lo hemos hecho. Ejemplos hay muchos. Podemos citar a Petrocaribe, el ALBA, la Unasur, etcétera. Nuestra misión es tratar de acercar a nuestros países, siempre desde la óptica del respeto a nuestra independencia y soberanía. Integrarnos respetando los distintos procesos, realidades y pareceres.

¿En qué situación estamos hoy?

Yo diría que podemos compararla con la relación entre los hermanos. Podemos tener opiniones diferentes, puntos de coincidencia, dificultades, etcétera, pero seguimos siendo hermanos. En el mundo se están dando procesos complejos, incluso en nuestro continente ha habido una serie de cambios importantes, algunos determinados por golpes de Estado, pero tenemos que seguir trabajando para que prime la paz. En Venezuela, por ejemplo, estamos asediados desde hace tiempo, y hay un impulso de algunos países por entrometerse en las decisiones internas y legítimas del gobierno y el pueblo venezolano. Eso no se puede aceptar. Incluso, al leer las últimas declaraciones del Departamento de Estado de Estados Unidos, resulta bastante clara la agresión. Hay comunicados, declaraciones de algunos gobiernos de la región que se entrometen sin tapujos en la realidad venezolana. También hemos visto esfuerzos por contribuir al diálogo, y hemos visto la distancia que existe entre las interpretaciones sobre lo que pasa en Venezuela y lo que efectivamente sucede allí. Para dar un ejemplo puntual: el miércoles, el pueblo venezolano marchó a favor y en contra del gobierno. Las movilizaciones fueron pacíficas, excepto por el accionar de minúsculos grupos radicales. Sin embargo, de lo único que se habla es de esos grupos violentistas que, dicho sea de paso, son todos opositores al presidente Nicolás Maduro. Estamos asediados incluso por organismos internacionales que deberían ser neutrales y nos quieren imponer normas, pasando por arriba de nuestra constitución. Eso no se puede aceptar. No lo aceptamos ni lo aceptaremos.

¿Cómo califica la posición uruguaya respecto de la situación venezolana?

Todos debemos ceñirnos a la constitución de nuestros países. Eso es lo primero. En Venezuela, constitucionalmente, no hay ninguna opción de adelanto electoral. Eso está escrito en la Constitución que marca los procedimientos, las formas y las normas que guían a nuestro pueblo. En Venezuela, además, el máximo organismo que rige estos asuntos es el Consejo Nacional Electoral, que es un poder público y determina cuándo, cómo y dónde se realizarán los procesos electorales. Este organismo ha sido muy claro, y determinó el año pasado que este año habría elecciones regionales, y pondrá la fecha cuando mejor le parezca. Hemos oído a algunos países de la región que dicen que se ha modificado un cronograma electoral, pero eso no ha sucedido y el Consejo Electoral no ha emitido ningún comunicado. Es decir, eso que se dice es absolutamente falso. Incluso hay partidos pro gobierno y otros opositores que están juntando firmas para presentarse a las elecciones según lo establecido para este año. Todos los fines de semana lo están haciendo, pero las elecciones previstas para este año por el organismo que fija las elecciones según nuestra constitución son regionales y no otra cosa. No se puede inventar un acto eleccionario, contra toda norma interna, porque hay gente a la que no le gusta el presidente que eligieron los venezolanos.

¿Usted fue citado por el canciller Nin Novoa y no concurrió a la reunión, o no responde a esa invitación? ¿Por qué?

La última vez que me citó la cancillería uruguaya fue en marzo de este año. Fue para solicitar el beneplácito para el nuevo embajador uruguayo en Caracas, procedimiento que se rige por reglas diplomáticas. Y fui. No me citaron más. A mí me sorprendió esa información.

No lo citó Nin Novoa entonces…

Bueno, la última vez que me citó fue en marzo y concurrí. Y siempre que me citaron concurrí. Quizá haya un malentendido. Quizá debamos conversar cuestiones fraternalmente, como siempre lo hemos hecho y como deberíamos seguir haciéndolo. Porque somos países hermanos y somos hijos de la misma historia.

¿Cómo valora el pedido del presidente Tabaré Vázquez al presidente Maduro para que este se retracte de la acusación de complicidad entre la CIA y el canciller Nin Novoa?

Hay que entender que Venezuela está siendo acechada, agredida internacionalmente. Y hay que entender que el presidente Maduro ha dejado claro, en cuanto estrado ha estado, el respeto y el cariño que tiene por Uruguay y por su presidente. Incluso, te digo que hemos valorado muchísimo la solidaridad que hemos recibido de Uruguay. Siempre. Pero creo que ante cualquier diferencia que podamos tener, debemos apostar a resolverla en el marco del respeto y la solidaridad entre los pueblos que siempre hemos profesado.

¿Qué siente cuando usted escucha al ministro Nin Novoa, o incluso al ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, decir que en Venezuela hay una democracia autoritaria?

Cuando uno va a evaluar una realidad, lo mejor es acercarse lo más posible. Cuando me llega información de los grandes medios de comunicación sobre la realidad en otras partes del mundo, procuro acercarme lo máximo que pueda a la realidad que se cuenta. Porque si uno sigue el mensaje de los grandes medios, puede llegar a conclusiones falsas, inventadas o decididamente mentirosas. Yo diría que eso ocurre con frecuencia. Lo primero que hay que tener en cuenta al hablar de Venezuela es que se realizó un proceso profundamente democrático, que elaboró una constitución nueva. A quienes hablan de la calidad democrática de Venezuela yo les preguntaría que me digan concretamente de qué hablan. Porque la constitución nuestra, votada por nosotros, es la que marca qué se puede hacer y qué no en Venezuela. Yo no trato de imponerle ninguna ley a Uruguay. No corresponde, no está bien. Tampoco está bien que alguien quiera imponerle nada a Venezuela. Podemos hablar de todos los temas, pero en el marco del respeto a nuestra soberanía y a la autodeterminación de los pueblos.

¿Uruguay le faltó el respeto a Venezuela?

Hay afirmaciones que se pueden hacer sobre la situación interna de Venezuela que se pueden estar alejando de las formas que corresponden al ejercicio de la fraternidad diplomática entre los pueblos. Y pueden estar apresurándose decisiones y opiniones sobre nuestro país que simplifican o desconocen una realidad compleja. Por ejemplo, hoy estamos oyendo que como resultado de las manifestaciones de las últimas semanas hay fallecidos. Pero resulta que absolutamente ninguna de esas muertes ha sido el resultado del del accionar de las fuerzas de seguridad que cualquier estado tiene. Ni uno. Cuando se oye a los voceros de organismos internacionales o a voceros de la oposición de algunos países de la región hablar de represión, mienten. Incluso hay un efectivo de la Policía bolivariana que fue asesinado por francotiradores, pero ni se lo menciona. Es más, en Venezuela, por disposición constitucional, no se puede concurrir con armas de fuego a una manifestación, y por eso los efectivos de seguridad en Venezuela no pueden acudir a una manifestación con su arma reglamentaria. Es tanta la mentira, que indigna. Este tipo de afirmaciones que hablan de represión, violencia, armas y disparos, en realidad, tiene que ver con asumir como propias afirmaciones que responden a intereses contrarios a Venezuela.

Si usted concretara una reunión con Nin Novoa y con el presidente Vázquez, ¿qué les diría sobre la realidad venezolana y los comunicados de nuestro país?

En el marco del respeto más profundo, les diría que nosotros somos un país asediado y que cuando decimos nos basamos en un elemento principal: Venezuela es el único país de América Latina que ha sido declarado por la principal potencia militar del mundo una amenaza a su seguridad. Esa potencia es la que hace bombardeos es Siria y Afganistán por fuera de cualquiera marco legal. Les diría, con todo respeto, que los últimos países que han tenido decretos de este tipo han sido invadidos. Les pediría la comprensión de esta situación, que es muy peligrosa para la única zona del mundo que es territorio de paz y donde se resuelven los problemas en paz. Les diría que Venezuela tiene un proceso democrático de construcción de formas de transformación revolucionaria y que en ese marco hemos avanzado con el respaldo de nuestra constitución, que fue votada por los venezolanos, como corresponde. Acá hay gente que llama a las Fuerzas Armadas a actuar, y eso es escandaloso. Llaman a actuar al Ejército para que desconozca al presidente. Es inaudito. Esa es la agresión a la que estamos sometidos, y con esa agresión incluso los venezolanos hemos actuado siempre conforme a derecho.

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