El juez Alejo Ramos Padilla citó a indagatoria a Daniel Santoro, una pieza clave en la trama de operaciones de inteligencia ilegales ejecutadas por Marcelo D’Alessio. Su caso es fundamental, ya que lo involucra personalmente pero también al Grupo Clarín, su base de operaciones, informó este lunes el portal argentino El Debate
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Por un lado, Santoro proporcionaba sustento y credibilidad a las extorsiones ejecutadas por D’Alessio. El espía ilegal amenazaba con escándalo público a sus víctimas y Santoro cumplía la amenaza en las páginas de Clarín. Pero además el juez Ramos Padilla señaló el trabajo del dúo Santoro-D’Alessio en el armado de causas judiciales contra ex funcionarios kirchneristas, en especial la causa de Gas Natural Licuado.
Es decir, Santoro era parte de una organización delictiva dedicada a operaciones de inteligencia ilegales, en su otra organización, Clarín, no actuaba solo sino por indicación y bajo responsabilidad de sus jefes. De hecho, días atrás, El Destape informó que el propio D’Alessio le escribió a el periodistaque su jefe directo, Ricardo Roa, era su “nuevo amigo”. Nada de lo que se publica en Clarín y menos de la trascendencia de las notas de Daniel Santoro se hacen sin la decisión política de la empresa.
“A diferencia del caso de otros periodistas vinculados a D’Alessio, el imputado no sólo se nutría de la información que le proveía la organización, sino que habría tenido conocimiento de las actividades de espionaje ilegal que desarrollaba, sus métodos y contribuía al desarrollo de los planes ilícitos que llevaba a cabo la organización”, manifestó el juez Ramos Padilla.
En la citación a indagatoria, el juez Ramos Padilla menciona varias de las operaciones de las que participó Santoro. La más clara es la que tuvo como víctima al ex directivo de PDVSA Gonzalo Brusa Dovat, ya que atravesó por todas las etapas y personajes de esta red de espionaje ilegal. Así lo describió el propio juez Ramos Padilla: “El vínculo estrecho y de mutua colaboración con las actividades de espionaje ilegal se puede percibir a partir de los aportes materiales que habría brindado, en el caso de Gonzalo Brusa Dovat, en el que no sólo habría tenido conocimiento de los métodos intimidatorios y coactivos que fueron ejercidos sobre el ex Director de PDVSA Argentina para que brindara una entrevista en el restaurant Sarkis, sino que su actividad habría estado encaminada a la continuidad del plan pergeñado para que, en contra de su voluntad, Brusa Dovat finalmente formulara una denuncia penal con un contenido direccionado en la Fiscalía Federal del Dr. Carlos Stornelli”.
Pese a que Santoro borró los chats de su celular, quedaron registrados en el de D’Alessio, donde figuran los siguientes. “Hola Dany! Mañana veo al uruguayo. Además de estar en pánico, creo que puede aportar algo más. Sirve lo q tenés hasta ahora?”, escribió D’Alessio. “Si, sale el domingo”, contestó Santoro. “Podemos almorzar en Sarkis e ir ablandándolo”, le propuso D’Alessio a Santoro.
El propio Brusa Dovat relató que fue a la reunión en el restaurant Sarkis con Santoro pero no tenía intención de darle una entrevista. Que D’Alessio lo amenazó delante de Daniel Santoro y que el empleado de Clarín no puso reparos en continuar la entrevista pese a esta situación.