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Salud

Entrevista al TITULAR DE CEPEC LTDA

Danilo Torre: «La intendencia debería cambiar su protocolo»

Para el propietario de Cepec Ltda, Asesoramiento y Control Integral de Plagas, se hace necesario actualizar la normativa que rige el trabajo de las empresas de control de plagas para dar un marco normativo regulado y se mostró muy crítico respecto sobre algunos detalles y carencias en el país.

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Las empresas de control de plagas contribuyen a que la vida sea mejor ya que su trabajo permite controlar insectos y animales perjudiciales para la vida humana. “Nos dedicamos a lo que es plaga o sea coleópteros, hormigas, cucarachas, roedores, etc. Ya que los mismos tanto en la industria como en un hogar transmiten enfermedades a los humanos”.

Sobre las labores de las empresas de control de plagas Torre indicó que “no es solamente aplicar veneno”. Y precisó que “en algunos lugares se da que contratan una empresa de control de plagas y al mes la despiden. Una vez que  presentan los papeles a la intendencia, sacan los permisos de Bromatología, consideran que ya no la necesitan. Cuando aparecen ratas, las matan a palos, les echan veneno, conviven con las cucarachas o agarran a un empleado para que fumigue. Utilizan productos agrícolas que provocan cáncer. No es bueno para la salud ni para quién trabaja. Ahora el Ministerio de Trabajo está exigiendo que en todos los comedores debe tener contratada una empresa habilitada por MSP, Intendencia Municipal (Salubridad), Bomberos, MGAP, etc.”. Las mismas deben de usar insecticidas domisanitarios habilitados por MSP, para un mejor control y calidad de los servicios.

Sostuvo que Cepec integra un grupo de 300 empresas de control de plagas en toda Sudamérica. “Nosotros somos empresas solamente de control de plagas”, sentenció. “Trabajamos para laboratorios, sociedades, industrias, frigoríficos, etc. pero si no hay una ley que obligue a los establecimientos a tener una empresa de control de plagas nunca va a funcionar muy bien. O sin una inspección de la intendencia que verifique las condiciones de higiene”, agregó.

Explicó que en el caso del control de plagas “lo que hacemos nosotros no es solamente controlar plagas. Es ir y mirar si el establecimiento tiene mosquitero, si está acondicionado, si los sifones están sanos. Porque lo que se va por las cañerías deja sus rastros y contamina luego”.

Medidas correctivas son como un taburete de tres patas, uno la infraestructura del local, dos el compromiso del cliente a modificar actitudes, tres el trabajo realizado por la empresa de control de plagas. Si una de las tres patas se cayera, el servicio dejaría de funcionar.

En este sentido recordó que el único protocolo actualmente a su criterio sobre  desinfección lo hizo la Facultad de Química. Y en este sentido destacó que la empresa que “mejor desinfecta en Uruguay es una emergencia móvil a sus ambulancias. Para eso uno debe quitar todo lo que es eléctrico, medicamentos, aparatos. Eso se limpia con alcohol hisopropílico. Se va bajando cosa por cosa y luego se lava toda la unidad con detergente. Y al final en los pisos se puede aplicar amonio cuaternario, ya que este se utiliza sobre lo limpio. Ahora, si el amonio se aplica con una máquina, se levanta el virus que está el piso. Se produce lo que se llama ‘efecto spray’ y entonces se termina haciendo peor”.

Agregó: “Hemos visto que gente que limpia en los ómnibus está arriba de las unidades sin usar tapaboca. No usan traje adecuado. Un ómnibus después de una hora de recorrido, por ejemplo, llega con contaminación. Entonces la persona que sube a limpiar tiene que hacerlo con mascarilla, con la ropa adecuada”.

“A veces se dice, por ejemplo, el Palacio Legislativo está siendo desinfectado (fumigado). Eso nos perjudica a nosotros porque pasa por limpieza no por fumigación. Se debe hacer parte por parte, desde los pestillos, llaves de luz y más, saber cuánto dura un virus en un cartón, en un vidrio, en la madera o en plástico. Eso es importante. Es como lo de la emergencia móvil, se debe descontaminar paso a paso, pieza a pieza”, agregó.

“Por eso digo que las empresas de control de plagas tenemos que mirar muchas cosas”, subrayó.

Y en este sentido aclaró que control de plagas no es desinfección. “Cuando hablamos de control de plagas estamos hablando de controlar insectos o roedores, no virus ni bacterias. Por ejemplo, la paloma no es una plaga. Hay empresas que dicen que controlan plagas, pero la paloma no está considerada plaga. Todos los jubilados les dan de comer, aunque estas transmiten más de cien tipos de enfermedades, y nadie va a votar una ley para matar a las palomas porque pierden votos. Además es considerada un símbolo de paz. Venecia tuvo problemas cuando intentó exterminar las palomas. Porque cuando uno mata una paloma está matando cardenales, chingolos, otro tipo de aves”.

No es el caso de las comadrejas, aclaró. Estas no transmiten enfermedades y por el contrario contribuyen a un control natural ya que se alimentan de arañas o ratones de campo. Esto contribuye a la higiene de los lugares que habitan. “Y la misma está en vías de extinción, se deben capturar vivas y llevarlas a lugares en que se integren con el ecosistema, ya que somos los humanos quienes les vamos quitando su territorio. Sin embargo, hay quienes hacen publicidad diciendo que se dedican a exterminar comadrejas”, lo que consideró un error.

Seguidamente señaló que no es correcto hablar de exterminación, como lo hacen algunas otras firmas. “Nosotros somos controladores. Como seres humanos podemos exterminar todo lo que vemos con un rifle. Elefantes, leones. Todo lo grande. Pero hay hormigueros que cruzan toda Italia y se han podido controlar. Hasta por ahí nomás. Hace poco se registró una gran invasión de roedores. En Francia se ven roedores a cualquier hora del día caminando hasta entre los turistas. Esto es porque somos controladores, no exterminadores”.

“Para exterminar roedores tendríamos que ponernos de acuerdo todos los países del mundo. E igual no resultaría. Si Uruguay quiere exterminar los roedores y lograr casi llegar al mínimo, sería una mentira porque los barcos y otros medios que llegan de ultramar estarían trayendo nuevos roedores. O sea que es imposible”, subrayó.

En esta línea llamó la atención sobre quienes “dicen que exterminan termitas. Canadá, que ha tenido problemas toda su vida con las termitas, incluso dicen que exonera de la contribución si se trata la termita dos veces al año, no las exterminó. Eso quiere decir que nadie la puede exterminar”.

Por eso es que reclama un cambio que actualice la normativa vigente. “Yo pido que la intendencia cambie su protocolo. Que vuelva a lo que había hace unos años y que eran los derechos y obligaciones de las empresas del sector”.

La reglamentación que hay es muy vieja, fue aprobada en 1980 cuando los problemas y demandas de la sociedad eran otras. “En aquella época no existían los problemas que hay ahora. Ni la cantidad de plagas. Creo que antes había menos empresas de control de plagas porque la gente limpiaba distinto”.

“Uno se pregunta qué establecimiento debe tener control de plagas. Todos. Hasta un kiosco debe tener control de plagas. Aunque sea pequeño, pero si tiene todo roto y no hay control, los roedores le van a entrar porque hay alimentos. Las ratas dejan su orina, que van dejando por todos lados y eso es un rastro que dejan para las futuras generaciones Y en lugares oscuros, poco ventilados, con pisos en malas condiciones y poca higiene la mayor parte de las veces se desarrollan enfermedades”, precisó.

“Todo depende de la limpieza y el mantenimiento edilicio y las costumbres de los habitantes”, concluyó.

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