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Editorial

Insolvencia o indulgencia

¿De qué viven los Peirano?

Por Alberto Grille.

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La Justicia argentina acaba de solicitar a Uruguay la extradición de Juan Peirano Basso. Juan Peirano fue procesado en el vecino país por asociación ilícita tras el cierre del grupo bancario Velox, en virtud de ser director del desaparecido grupo Velox.

En el año 2013, Dante, José y Jorge Peirano Basso fueron condenados por la Justicia. Estaban procesados desde el año 2002, pero no tenían condena.

La jueza Beatriz Larrieu los condenó por el delito de insolvencia societaria fraudulenta, con la pena de nueve años para José Peirano Basso y Dante Peirano Basso, y seis años para Jorge Peirano Basso, como había solicitado la fiscal Raquel González. Aunque la condena les impone cuatro años y un año más de cárcel, no volvieron a prisión, porque ya habían cumplido la mitad de la pena.

Juan Peirano fue detenido en EEUU, en el año 2006 estuvo allá en prisión hasta el 2008. Fue extraditado a Uruguay y permaneció en prisión hasta setiembre del año 2011, cuando fue excarcelado por gracia de la SCJ.

La gente tiene derecho a preguntarse: ¿de qué viven los hermanos Peirano?

Una cantidad de estancias, empresas en diversas partes del mundo han sido denunciadas como parte de un imperio que aún mantienen, sin haber pagado al Estado uruguayo ni a los damnificados que tenían dinero en su bancos.

Caras y Caretas ha denunciado toda esta situación en detalle. La indulgencia de quienes deben investigar ha sido de gran amplitud y por lo menos injustificada.

Durante varios años Juan Peirano recorrió EEUU comiendo ostras en Las Vegas o en New Orleans mientras la gente se suicidaba por el dinero que los hermanos Peirano y el mismo les habían estafado y les debían. Se hospedaba en el Hotel Marriot de Los Ángeles o pagaba para visitar Graceland, la casa situada en Memphis (Tennessee) de Elvis Presley. Viajaba, en auto o en avión, desde New Orleans a Las Vegas, donde constituía varias sociedades en esos paraísos fiscales. Iba desde Tennessee, donde estaban sus abogados y socios, Robert Ramon y Edmond Burke, a Dallas (Texas). Enviaba documentación por Fedex. Hay documentos, muchas transferencias y depósitos de cientos de miles de dólares incluso fuera de EEUU.

El agujero negro que dejó el Grupo Peirano en el Banco de Montevideo asciende a unos US$ 800 millones. El gobierno uruguayo, en ese momento lo presidía Jorge Batlle, sabía del “vaciamiento”, al menos desde febrero del 2002. Depositaron en custodia 312 acciones de Disco Ahold por un valor de US$ 83.200.000 dólares, según los acuerdos vigentes con Royal Ahold.

Se prestaban millones de dólares a ellos mismos, violando toda la normativa legal.

Unas 27 sociedades anónimas integrantes del Grupo Peirano, que tenían sede en el piso 12 de la Avenida Luis Alberto de Herrera 1248 y en el piso 11 de la calle Rincón 487, recibieron algo más de 70 millones de dólares en préstamos por parte del Banco de Montevideo, liderado por Dante y Jorge Peirano.

El Trade & Commerce Bank (TCB) de las islas Caimán  “no era solvente” desde febrero del 2002, pese a lo cual “el Banco Montevideo seguía ofreciendo” su operativa ‘offshore’. En algunos casos se dispuso la renovación automática y sin autorización de los titulares de los depósitos efectuados.

El Grupo Peirano poseía una cuenta en el TCB (la “No. 5.000″), a la que se derivaban los fondos que se remitían desde el Banco Montevideo y otras empresas vinculadas. Entre 1988 y 2002 a través de esta cuenta oculta se desviaron entre 500 y 700 millones de dólares.

La jueza utilizó para probar esta maniobra la declaración del coliquidador del TCB, Jonathan Kahlberg, en su informe dirigido a la Corte de Gran Cayman, así como declaraciones de Juan Peirano ante los mismos liquidadores, en 2003. “La familia Peirano retiró los depósitos realizados por los clientes del TCB con el fin de financiar al Grupo Velox y sus estilos de vida”, dice Kahlberg.

Juan Peirano lideraba la operación.

Tal vez la Fiscalía y el Banco Central debieran investigar si se están escamoteando bienes a la justicia y a los damnificados.

Porque cada vez que leemos algunas noticias de ellos o accedemos a investigaciones que se están realizando, nos preguntamos, ¿de qué viven los hermanos Peirano?

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