Goianiense se aprovechó de un Nacional que seguía de fiesta

El equipo de Pablo Repetto pagó el precio de las distracciones y empezó perdiendo a los 4 minutos de juego, otra vez, como en Montevideo, por una grave desatención defensiva. De un lateral vino el primer gol de los brasileños, que prácticamente cerró la serie, porque cambió por completo la estrategia que había preparado el entrenador uruguayo.

Y si la historia arrancó torcida, se fue complicando cada vez más. Con el equipo volcado al ataque, de otro error en la salida, vino el segundo gol de los locales. Baldazo de agua fría que permitió al Goianiense irse al descanso con un resultado demasiado cómodo.

En el segundo tiempo, Repetto mandó a la cancha a su máxima estrella, con la ilusión de dar vuelta un resultado que parecía imposible de revertir, al menos si se analizaba el pobre rendimiento del primer tiempo, que tuvo una sola llegada clara en los pies de Gigliotti.

Y el milagro no llegó, porque la entrada de Luis Suárez no cambió las cosas. Con más ganas que juego, el tricolor empujó a los brasileños contra su arco, pero de una contra fulminante llegó el tercer gol que acabó sepultando todas las ilusiones. Un mal rechazo de Coelho, que cerró una noche para el olvido, generó el zapatazo de Luis Fernando que la colocó lejos de la estirada de Rochet. Fue el golpe de gracia.

El Goianiense controló sin problemas los dos partidos (4-0) y pasó la serie sin sufrir.

Nacional pareció desenfocado, sin la actitud que se le vio en otros partidos de Copa. Como si los largos festejos por la llegada de Luis Suárez le hubieran quitado la concentración que necesitaba para afrontar este crucial desafío.

Queda claro que no es responsabilidad de Suárez, que apenas jugó unos minutos del primer partido, y anoche entró en el segundo tiempo con la serie ya definida para convertirse en salvador.

La estrategia del cuerpo técnico falló por completo, arrancó perdiendo los dos juegos y no encontró la manera de desentrañar la telaraña que le armó un rival, que sin brillo, lo superó ampliamente. El pueblo tricolor, que venía de fiesta, sufrió una dura decepción con su máxima estrella en la cancha.